“Los espacios que hay en la política, como la izquierda, derecha o centro, permiten conversar y negociar con representantes de esos sectores. Pero cuando uno es presidente, no puede preocuparse de abordar temas desde su punto de vista partidario. Eso es algo que Alan García no comprendió, pues no separó ser presidente del Apra y de todos los peruanos”, expresó.