En junio de 1990, Alberto Fujimori, con 51 años y una salud intacta, asumió por primera vez la presidencia del Perú. Treinta y cuatro años después, a los 85 años y con una salud muy deteriorada, Fujimori ha anunciado su intención de postularse nuevamente a la presidencia en las elecciones de 2026.
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Según un informe de Cuarto Poder, Fujimori ha enfrentado múltiples problemas de salud a lo largo de los años, incluyendo un persistente tumor maligno en la lengua desde 1997, hipertensión arterial, insuficiencia venosa periférica, gastritis crónica, y varios problemas en la columna vertebral.
En 2017, fue indultado por motivos de salud, pero volvió al penal en 2019. Desde entonces, ha registrado más de 70 salidas para tratamiento médico.
En diciembre de 2023, el Tribunal Constitucional restableció su indulto, y recientemente, en mayo, le detectaron un nuevo tumor cancerígeno en la lengua.
Un mes después, sufrió una caída que resultó en una fractura de cadera, un evento crítico para una persona de su edad.
A pesar de su frágil estado de salud, Keiko Fujimori anunció su afiliación a Fuerza Popular y su cuarta candidatura presidencial.
Expertos médicos, como el geriatra José Fonseca, advierten que someterse a la campaña electoral podría ser perjudicial para su salud debido a las exigencias físicas involucradas.
“El expresidente Fujimori es frágil con el estrés. Ya tiene consecuencias de caerse, ya tiene factura, está en convalecencia, eso ha disminuido más sus capacidades. Desde punto vista geriátrico, no es favorable para su estado de salud someterse a esta situación de estrés”, señaló a Cuarto Poder.
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