Esto incluye a especies amazónicas como la Perlita de Iquitos, amenazada por la desaparición de su hábitat producto de la tala ilegal –que reduce bosques y altera el equilibrio natural entre aves, plantas, entre otros– y de las distintas especies de guacamayos cazados, sobre todo para venderlos como mascotas, como parte del tráfico ilegal de fauna silvestre.