La producción de carne de burro es mínima y no existe una tradición de consumo masivo o exportación.
La producción de carne de burro es mínima y no existe una tradición de consumo masivo o exportación.

Ahora que desde el gobierno se anuncia que Perú exportaráa China, una propuesta que ha causado más risas que entusiasmo, se corre el riesgo de que algunos peruanos piensen que su consumo es adecuado. Vale entonces preguntarse si esta carne es apta para el consumo humano.

Las polémicas declaraciones de la Ministra de Comercio Exterior, Elizabeth Galdo, han puesto el tema en el ojo público.

MIRA Asociación de Productores de Carne Bovina advierte que la producción de carne de burro es “mínima” en Perú

Para la especialista en nutrición Silva Laban, los burros no tienen una adecuada alimentación y no cuentan con un control sanitario exhaustivo, por lo que no es apta para el consumo humano, ya que aumentaría el riesgo de enfermedades como la encefalitis, salmonelosis y tenia.

“Si bien no existen estudios científicos que demuestren que la carne de burro tiene beneficios importantes para la salud, no es una práctica aconsejable por el tipo de crianza del animal, ya que por historia y cultura, el burro sirve para la agricultura y como medio de transporte, más no como un producto de consumo. Incluso, en la tabla peruana de composición de los alimentos no figura la carne de burro como un alimento con valores nutricionales”, advirtió la especialista.

La carne de burro, al igual que toda carne roja, contiene componentes como el hierro y zinc, no obstante, no existen estudios que demuestren alguna evaluación bromatológica que afirme que dicho contenido proteico sea apto para el consumo humano como sí sucede con la carne de res o de cerdo.

Los burros en el Perú se utilizan predominantemente como animales de carga en zonas rurales.
Los burros en el Perú se utilizan predominantemente como animales de carga en zonas rurales.

Al consultar a la especialista sobre el efecto que podría generar el consumo de la carne de burro en personas con condiciones específicas de salud como hipertensión o diabetes, Zyzy Silva acotó: “No solo sería contraproducente para los que sufren de hipertensión o diabetes, sino para todo aquel paciente que tenga alguna patología diagnosticada, ya que estas carnes son propensas al crecimiento bacteriano y, por el contrario, podría empeorar su estado de salud”.

La especialista aseveró que la carne de burro no es recomendada para el consumo por el Ministerio de Salud.

El presidente de la Asociación Nacional de Productores de Carne Bovina, John Chauca, señaló que la producción de carne de burro es mínima y no existe una tradición de consumo masivo o exportación.

A diferencia de la carne de res, la de burro presenta un color rojizo fuerte, casi guindo. Esto se debe a su alto contenido de hierro. Su grasa tiene un tono amarillento a diferencia de otras carnes como la de cordero que es blanca.

Debido a las condiciones fitosanitarias, algunos expertos señalan que consumir carne de burro trae como consecuencias dolores gastrointestinales, encefalitis y salmonelosis, así como el riesgo de contraer parásitos.

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