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Cuarentena convierte a la cosmopolita Aguas Calientes en un pueblo fantasma [FOTOS Y VIDEO]
El silencio invade Machu Picchu, todo está tranquilo... La mística ciudadela inca, que cada año recibe 1.7 millones de turistas de todo el planeta –los que, incluso, atraviesan continentes enteros solo para recorrerla y contemplarla–, está cerrada por la pandemia. Aguas Calientes, una localidad cosmopolita que vive del movimiento económico que genera esta Maravilla Mundial, ha pasado a ser un pueblo fantasma.
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Cuarentena convierte a la cosmopolita Aguas Calientes es un pueblo fantasma. (Foto: Perú21)
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Cuarentena convierte a la cosmopolita Aguas Calientes es un pueblo fantasma. (Foto: Perú21)
Fecha Actualización
El silencio invade Machu Picchu, todo está tranquilo... La mística ciudadela inca, que cada año recibe 1.7 millones de turistas de todo el planeta –los que, incluso, atraviesan continentes enteros solo para recorrerla y contemplarla–, está cerrada por la pandemia. Aguas Calientes, una localidad cosmopolita que vive del movimiento económico que genera esta Maravilla Mundial, ha pasado a ser un pueblo fantasma.
Sus angostas y empedradas calles, en la que transitaban personas hablando en diversos idiomas y cargando grandes mochilas, están vacías, al igual que sus 237 restaurantes y sus 247 hospedajes y hoteles. Los 300 puestos de venta de artesanías y productos naturales, así como otros 200 establecimientos dedicados a la actividad turística, también están cerrados. Y los buses que trasladan a las personas a la ciudad inca están paralizados.
Este lugar pertenece al distrito cusqueño de Machu Picchu, que depende en un 85% del turismo. Recibe 22 millones de soles anuales del Ministerio de Cultura por el cobro del boleto de ingreso al santuario, así como 2.5 millones de soles de Consettur, un conglomerado de compañías turísticas.
A esto hay que sumarle las utilidades que genera la empresa municipal Tramusa –a cargo de los buses–, el Foncomun, la entrada a los baños termales y los impuestos por los comercios. El presupuesto anual es de 41 millones de soles, indicó a Perú21 su alcalde, Darwin Baca León.
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Sin casos de COVID-19
La pandemia no ha llegado, pero sí ha golpeado. En el llamado Machu Picchu Pueblo confluían de 11 mil a 12 mil personas al día, entre turistas –7 mil–, habitantes, trabajadores y proveedores. Sin embargo, entre febrero y marzo, se redujeron las visitas.
La cantidad de viajeros que visitaban a diario el santuario pasó de 4,100 a 2,400, en su mayoría provenientes de Europa, Asía y Brasil. La cosmopolita Aguas Calientes, sin embargo, no registra ni un solo caso de coronavirus.
Las tareas de prevención empezaron el 16 de febrero. El Ministerio de Salud, en coordinación con las autoridades de cultura y del municipio, efectuó charlas. Todos los establecimientos redujeron su aforo, colocaron alcohol en gel y el personal usaba mascarillas y guantes. Los guías también tomaron las medidas para prevenir el contagio del virus.
El 15 de marzo, poco después de que el presidente Martín Vizcarra anunciara el inicio de la emergencia sanitaria y la cuarentena, unos 2,500 turistas fueron evacuados en horarios extraordinarios en los trenes de Perú Rail e Inca Rail.
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A la mañana siguiente, salieron otras 700 personas, entre visitantes y trabajadores. Ahora en el pueblo solo quedan 1,600 (950 habitantes y 650 dueños y trabajadores de locales) que cumplen las medidas de restricción. Hace dos semanas, además, se cerraron los accesos a la ciudad por Santa Teresa y Ollantaytambo y solo se permite el ingreso de un vagón con productos de primera necesidad y de farmacia.
La Dirección Desconcentrada de Cultura informó a este diario que 49 se los 400 vigilantes se han quedado a monitorear y dar mantenimiento a las 37 mil hectáreas del santuario y a las zonas de ingreso al Camino Inca.
Machu Picchu descansa de las visitas diarias, pero el pueblo vive en zozobra porque no tiene otra actividad económica. Los turistas nacionales y extranjeros han cancelado sus compras de boletos, pasajes en tren y reserva de hospedajes hasta setiembre y piden su reembolso. Esto hace prever que no habrá flujo turístico por varios meses, no solo en Aguas Calientes, sino en el país.
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