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[Opinión] Yesenia Álvarez: Orgullo y prejuicio
Ha llegado el mes de junio y junto con este todo el vertedero de opiniones homofóbicas de quienes se perturban porque una minoría que lucha por sus derechos celebra internacionalmente el orgullo de ser LGBTI.
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Ha llegado el mes de junio y junto con este todo el vertedero de opiniones homofóbicas de quienes se perturban porque una minoría que lucha por sus derechos celebra internacionalmente el orgullo de ser LGBTI.
Dicen que no hay nada que celebrar, que los asuntos privados o íntimos no deberían ser motivo de orgullo, que también debería haber un día para los heterosexuales, y así cual gramófonos reproducen la misma intolerancia de siempre.
Se niegan a entender que se trata de un grupo de personas a las que les siguen negando derechos por ser quienes son, y que aún sigue representando un riesgo expresarse en sus familias, en sus trabajos y en la sociedad. Por eso se celebra el orgullo por expresarse públicamente en sociedades mayoritariamente homofóbicas que prefieren que las personas LGBTI estén silenciadas, avergonzadas, en el clóset y entre cuatro paredes.
Por eso cuando alguien dice que se trata de un tema privado por el cual no se debería sentir orgullo, está hablando su prejuicio, porque el ser heterosexual u homosexual no se reduce solo a la intimidad ya que vivimos en sociedad y nuestra identidad y relaciones se expresan en lo público, por eso importa el orgullo porque mientras los heterosexuales se expresan sin recibir discriminación social y legal, los homosexuales no pueden hacerlo.
Vuelve a aparecer en este mes el discurso antiderechos que repite a cada momento “que no hay un gen de la homosexualidad y que esta no es natural”, y ni siquiera la ciencia les da la razón como quieren hacer creer.
En el libro “Biología de la homosexualidad” el profesor en Genética Diego López Alonso, que tiene muchos aportes para derribar mitos homofóbicos, expresa que “a ningún genético en sus cabales se le ocurriría pensar que un carácter tan complejo como la conducta sexual humana está determinado exclusivamente por factores genéticos y, menos aún, por un único gen. Al mismo tiempo, a ningún genético en sus cabales se le ocurriría pensar que un carácter como la conducta sexual humana, tan crítico desde el punto de vista biológico evolutivo, no viene determinado por factores genéticos”.
La homosexualidad es una variante de la sexualidad humana. Una variante minoritaria, no tan común, poco frecuente, pero una variante de la sexualidad. Quienes buscan negar derechos pretenden usar las diferencias para atribuir derechos solo a lo mayoritario, común, frecuente y negárselos a lo que es minoritario, poco común y poco frecuente. Confunden lo mayoritario, común y frecuente como única posibilidad de natural.
Espero que el Mes del Orgullo ayude a muchas familias a intentar tener una mente abierta sobre las diferencias sin que importe saber realmente qué causa nuestras diferencias, para que no rechacen a sus seres amados por ser diferentes a lo que la mayoría erróneamente entiende como natural.
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