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[Opinión] Yesenia Álvarez: Condenados

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[Opinión] Yesenia Álvarez: Condenados. (AFP)
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Lo ocurrido esta semana hace oportuna la reflexión de la filósofa Ayn Rand contenida en su novela La rebelión de Atlas: “Cuando observes que el dinero fluye hacia quienes trafican, no en bienes, sino en favores; cuando veas que se enriquecen por soborno y por influencia en vez de por trabajo, y que tus leyes no te protegen contra ellos, sino que les protegen a ellos contra ti; cuando veas la corrupción siendo recompensada y la honradez convirtiéndose en autosacrificio, pueden estar seguros de que vuestra sociedad está condenada”.
Estamos condenados a sufrir gobiernos corruptos. Los partidos políticos de izquierda y de centro decidieron no firmar la moción de vacancia que obligaría al presidente Pedro Castillo a, por lo menos, responder al país sobre los actos ilegales, inmorales y corruptos que rodean tempranamente su gobierno. Los niveles de degradación política son tales que el presidente tuvo que llamar al líder sentenciado por corrupción de su partido para que lo salve de los cuestionamientos por corrupción.
Además, quienes blindaron al presidente han decidido ignorar y considerar de poco peso los hechos graves expuestos por la prensa en las últimas semanas. Y que quieran minimizarlos nos va alertando de lo difícil que será limitar el poder con partidos que creen que la estabilidad democrática los obliga a tolerar la corrupción.
Definitivamente, el gran perdedor en este capítulo político peruano ha sido nuestro futuro democrático porque recordemos que los proyectos autoritarios necesitan de la corrupción para sostenerse en el poder. Y la izquierda que tantas veces levantó la bandera de la lucha contra la corrupción también ha perdido por apañar a este gobierno. Por eso su desesperación por decir que este no es un gobierno de izquierda.
Como expresa el politólogo Sartori: “Las credenciales éticas de la izquierda son también su talón de Aquiles. Quien presume de moralidad muere de inmoralidad”. Ese caudal político que identifica a la izquierda y al Partido Morado como luchadores contra la corrupción, ténganlo por seguro, ha comenzado a menguar. Les va a pesar mucho alzar la bandera contra la corrupción de ahora en adelante.
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