Abimael Guzmán en las redes sociales (Perú21)
Abimael Guzmán en las redes sociales (Perú21)

Esta semana, los viejos, como bien nos llama Beto Ortiz a los periodistas que empezamos a trabajar antes de la captura de Abimael Guzmán y vivimos los años de violencia senderista, hemos estado más frustrados que nunca con lo que consideramos una falta de seriedad en torno a la imagen del terrorismo. Está de moda publicar las imágenes de los atentados en otros países, solidarizarnos, el famoso grito cibernético de Je Sui Charlie ya fue un mal chiste, de tan naif. Y en esas modas, olvidamos al enemigo cama adentro, y ya no hablemos de los aproximadamente 5 mil maestros que en 2011 firmaron los planillones de Movadef para ayudarlo a ser partido político, sino de algo que suma más adeptos y que está, por mencionar a una sola red, en Facebook.

Una serie de palabras me ayuda a encontrar demasiadas páginas que no podrían existir si la ley contra la apología del terrorismo se aplicara y no fuera solo un floro, producto de una cesión supuestamente exitosa en el Congreso. Si esa ley se aplicara, no existirían (busca tú mismo, incrédulo lector) las páginas Libertad Osmán Morote con casi 900 seguidores, Libertad Margot Liendo con casi 700, Libertad Victoria Trujillo con 400, Prisioneros Políticos y Prisioneros de Guerra del Perú con casi 1,700, Contra la farsa de nuevos juicios con más de 1,200, Un mundo nuevo sí es posible con más de 2,700, Alternativa Juvenil Prensa con más de 4 mil seguidores, etcétera.

Todos, absolutamente todos, postean a favor de Abimael Guzmán al menos una vez en lo que va del año y se solidarizan con la huelga de maestros. Alternativa Juvenil Prensa, que también defiende al asesino, llega un poquito más lejos en estas últimas semanas y utiliza a una niña de un colegio de San Clemente, en Pisco, para que grabe un video donde apoya la huelga de maestros y grita que sus reclamos son justos y que no deben cesar en su lucha. Este abusivo post se comparte más de 700 veces. Abimael, no lo olvidemos, también era un profesor.

La hoz y el martillo abundan en la gráfica de las páginas citadas, muchos de sus seguidores tienen en el perfil o en la portada al asesino Guzmán, a quien consideran preso político y llaman “Doctor”, mientras cientos de “me gusta” y “compartir” se expanden como metástasis. Son maoístas, son “gonzalistas” (por el Camarada Gonzalo, nombre de guerra de Abimael Guzmán, para los pulpines y millennials que no saben), defienden al Movadef y arremeten contra el capitalismo que, según ellos, mata más gente que la lucha armada, el clásico “nosotros matamos menos” en su versión ciberterruca.

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