A fines de 2006 reventó el escándalo que hoy lleva a la cárcel al excongresista Edwin Donayre, de quien ya escribí en ocasiones anteriores llamándolo irónicamente “Malaire”, por miedo a su reacción. Pero ya no hay inmunidad que lo blinde, ni miedo que me frene. El exgeneral del Ejército, excongresista y exprófugo de la justicia se escondía para no ir a la cárcel por habernos robado miles de galones de gasolina destinados a unidades militares del país. Ese mismo año se pudo ver al gallinazo en un video, graznando: “He dado la consigna acá: chileno que entra ya no sale. O sale en cajón. Y si no hay los suficientes cajones, saldrán en bolsas plásticas”. Entre 2009 y 2010, Donayre estuvo involucrado con el narcotráfico, acusado de interceder a favor de los Sánchez Paredes ante el entonces jefe de la Policía, para facilitar el envío de 800 kilos de cocaína, a cambio de plata para financiar su campaña política.

Pero como tenemos una tradición de no exigirle nada a quien postula al Congreso, en 2016 y después de que se le había abierto juicio oral por el ‘Gasolinazo’, el ladrón de alto octanaje candidateó al Congreso por APP, el partido de César platacomocancha Acuña, y entró a engrosar las filas de la delincuencia parlamentaria, hoy felizmente pulverizada. La estrategia del choro era ganar la campaña para evitar la justicia, y el mal triunfó.

En 2017, en un debate sobre alimentos saludables, le dijo a la ministra de Salud: “Señora, ¿no? Bueno señorita, muy bien. Sí, porque las vírgenes han pasado muchas Navidades, pero ninguna Noche Buena”.

En abril de 2018, Donayre se presentó en el Lugar de la Memoria encubierto, con gorro, peluca y lentes de sol, identificándose como “un peruano víctima de la violencia en Colombia que había sido torturado por las Fuerzas Armadas”. El embustero entrevistó a una empleada que lo guio, luego editó el video y acusó a la institución de hacer “apología del terrorismo”.

Ese mismo año, el excongresista, quien ya había sido condenado a prisión efectiva por el ‘Gasolinazo’, apareció en un video apoyando la campaña Con Mis Hijos No Te Metas. Pero sus graznidos no lograron detener nada, gracias a Dios. A la organización política religiosa –que ahora pretende copar el Congreso– le importó un pepino aliarse con la corrupción. Ese mismo año, Donayre había dicho, en una sesión del Congreso, “tengo delante a De Belaunde y detrás a Bruce, así que mi situación es bien complicada”… aludiendo a la orientación sexual de sus colegas. Hace dos días, por fin, el monstruo fue capturado en Puente Piedra. En su bolso llevaba una peluca.

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