La moción para vacar a PPK sigue su proceso y hoy podría ser admitida en el Congreso.
La moción para vacar a PPK sigue su proceso y hoy podría ser admitida en el Congreso.

El presidente Pedro Pablo Kuczynski recibió ayer a la comisión Lava Jato. No hubo, aparentemente, pregunta sin respuesta. Para opositores como Mauricio Mulder, su testimonio no aportó novedades; para la presidenta del grupo de trabajo, Rosa Bartra, los dichos del mandatario sí suman en la investigación.

Como fuere, el jefe de Estado tiene aún, el próximo jueves 22, otra oportunidad para, desde el mismo recinto donde juró defender la integridad moral de la Nación, aclararle al país su real vinculación con Odebrecht y quitarle el sabor amargo de que hayan sido las informaciones periodísticas e investigaciones fiscales, y no él, las que develaron los entretelones de esa relación.

El Congreso lo escuchará y, finalmente, tomará una decisión que, de ser desfavorable para PPK, le abrirá las puertas de Palacio a Martín Vizcarra, quien ha preferido guardar silencio y observar los vaivenes políticos peruanos, hasta su desenlace, desde Canadá.

Una eventual vacancia, sin embargo, no solo remecería al Ejecutivo. También al Congreso de la República. Ya el vocero de Peruanos por el Kambio, Juan Sheput, ha anticipado que “pasaría a la oposición” en caso asuma Vizcarra y ha advertido que surgiría un “nuevo oficialismo” formado por Fuerza Popular y el Apra.

Sheput no sería el único. Bruce, Aráoz y Violeta le seguirían los pasos marcando una suerte de fractura que se replicaría en Alianza para el Progreso, donde Marisol Espinoza y Gloria Montenegro cerrarían filas con el jefe de Estado depuesto. César Villanueva, por el contrario, se la ha jugado por Vizcarra, quien tendría también de su lado a César Acuña, líder de la agrupación.

Algo similar ocurriría en el Partido Aprista, donde se identifica claramente a dos facciones: una liderada por Mauricio Mulder (provacancia) y otra por Jorge del Castillo; ambos confrontados, además, por conflictos partidarios internos.

En Fuerza Popular, en tanto, la apuesta es por el vicepresidente; lo ha dicho Keiko Fujimori y lo han ratificado varios congresistas. La salida de PPK abonaría entonces a la “unidad” del bloque naranja. Su permanencia, por el contrario, terminaría de animar a algunos kenjistas a abandonar el barco. Ocurrió en diciembre último, tras la votación de la primera moción de vacancia; podría volver a suceder…