El Día de la Madre coincide este año con el anuncio del aumento del índice de la pobreza en el Perú. Según el informe del INEI, el 29% de peruanos habita en zonas de mayor vulnerabilidad, casi diez puntos más que en 2019.

Frente a noticias como el aumento de la pobreza, hablar del papel de las mamás peruanas en situación de vulnerabilidad requiere respeto máximo. Ellas nos demuestran todos los días que los imposibles no existen.

Pero esta admiración debe ir acompañada también del compromiso de todos los sectores sociales por crear condiciones para brindar bienestar y oportunidades a las responsables del futuro capital humano del país.

A través del proyecto “Volar”, que busca mejorar los índices del Desarrollo Infantil Temprano (DIT) en el país, hemos tenido el privilegio de conocer historias inspiradoras de madres de diferentes regiones.

Estas historias, marcadas por el compromiso y el esfuerzo, necesitan ser visibilizadas para impulsar cambios que promuevan el acceso a servicios y educación de calidad para las familias peruanas en todo el país. Igualmente importante es crear condiciones sostenibles que fomenten y respalden el desarrollo económico de las madres. Es esencial centrarse en los temas que realmente generarán cambios para lograr una sociedad más próspera.

Según el INEI, el 68% de las mamás peruanas también trabajan, lo que destaca la importancia de abordar reformas desde todos los ángulos, incluido el laboral. Garantizar que las madres pasen más tiempo con sus hijos no es solo una cuestión de empatía personal, sino también un objetivo que impacta en el futuro del país, al asegurar el pleno desarrollo del capital humano.

En este Día de la Madre, además de expresar nuestro reconocimiento a todas las mujeres que desempeñan el papel fundamental de ser mamás, es oportuno reflexionar sobre cómo podemos como sociedad apoyar a las madres para fortalecer su incomparable rol de brindar afecto y formación a sus hijos, quienes pronto asumirán el liderazgo y el desarrollo nacional.

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