Peruanos por vocación, de Jorge Lazarte, es un libro de memorias, de logros y luchas recientes por el proyecto de vida de él, de la Constitución y la democracia, y de la gran mayoría de peruanos que amamos la libertad. Tiene memorias tan asombrosamente sintetizadas, tan pulidamente enriquecidas con citas de autores, que me parecieron personajes de su obra y yo, el lector de una novela —sin ficción— muy entretenida. Es un libro de historias de las que pueden identificarse las personas de bien, los patriotas y los que creen que el sacrificio y esfuerzo sí pagan en la vida.

Una de estas historias recordó el 5 de abril de 2022, ocasión en la que se intentó encerrarnos en nuestras casas y en la que Jorge Lazarte tomó la iniciativa de la insurgencia civil con un video en el que instó a salir a las calles para hacer lo contrario a la inmovilización.

En esa mañana luminosa vi ese video, recogí el guante, salí a las calles y grabé otro video para decir lo mismo, agregando que con el agua de la pileta del parque de “La Peruanidad” íbamos a lavar —ese mismo día— las banderas del Perú y nuestro honor.

Al atardecer de ese 5 de abril nuestro honor quedó limpio cuando el hoy golpista Pedro Castillo fue al Congreso y deshizo su estropicio de inmovilización social obligatoria ante la presión de decenas de miles de ciudadanos que lo esperábamos en el exterior, energizados y descontentos por el intento de clausurar nuestra libertad, arbitrariamente.

El Perú tiene enterezas y luminosas acciones. Solo hay que despertarlas con iniciativa, valentía y vocación de servicio. El libro —finalmente— es un testimonio de varias acciones de fulgurantes éxitos en favor de un país constitucional y libre. Gracias por ellas y por subir la guardia al Perú.