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Sicario mata de cuatro disparos a empresario
En el 2010, la Fiscalía investigó a la víctima por tráfico de tierras y lavado de activos.
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A sangre fría. De cuatro tiros en la cabeza fue asesinado un empresario inmobiliario por un sicario que lo sorprendió a la salida de su oficina, en San Juan de Lurigancho. El criminal –quien huyó en una moto– fue perseguido varias cuadras por un vecino de la víctima. Al sentirse acorralado, el hampón abandonó el vehículo y escapó a pie.
Eran las 8:30 de la noche del viernes cuando Braulio Narciso Moscoso Quintana (52) salía del local de su empresa inmobiliaria La Breña, ubicada en la avenida Wiese, manzana I-1, lote 4, en la urbanización Andrés Avelino Cáceres.
El hombre de negocios caminaba tranquilamente con dirección a la playa de estacionamiento que se halla en el cruce de las avenidas Wiese y José Carlos Mariátegui, de donde se disponía a sacar su moderna camioneta.
Según testigos, en el lugar ya se encontraba el homicida –de 25 años aproximadamente–, que estaba en la moto de matrícula B4-1816. Esperó más de una hora hasta que salió Moscoso Quintana.
Apenas lo vio, se le acercó y, sin mediar palabra alguna, le descerrajó cuatro disparos en la cabeza. El empresario murió en el acto.
Los detectives de la Divincri de San Juan de Lurigancho barajan la hipótesis de un ajuste de cuentas.
En el año 2010, Moscoso fue investigado por el Ministerio Público por el presunto delito de lavado de activos y tráfico de terrenos, ya que tenía un desbalance patrimonial de un millón 200 mil soles.
CRIMEN DE MARINOEn el mismo distrito, en la madrugada de ayer, el marino Edson Michael Pablo Calixto (24) fue asesinado de un tiro en la cabeza. El homicidio ocurrió frente a la pollería Ronald, en la avenida San Martín. Pertenecía a la Fuerzas Especiales.
SABÍA QUE
- Braulio Moscoso Quintana postuló al Congreso en el año 2001 por el partido Pacto Andino. Poseía dos inmobiliarias y era dueño de la cadena de pollerías Kios SAC y del servicentro Wiese S.A.
- También era propietario de dos terrenos –de 48,132 y 9,473 hectáreas– en Jicamarca, en Huarochirí. Por esta posesión, era sindicado de pertenecer a una mafia de traficantes de terrenos y se ganó más de un enemigo en dicha zona.
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