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Redacción PERÚ21

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Juan José Garrido,La opinión del directordirector@peru21.com

Al ex alcalde de Lima Luis Castañeda le dicen el mudo. No sé si se lo dicen porque habla poco o porque habla mal; en verdad, habla poco y habla mal. Pero habla; lo vemos hablando en los videos que sus copartidarios comparten en las redes, así como en una u otra actividad política que le resulta imperdible o rentable. Habló, hace poco, con el partido del gobierno. Así que de mudo tiene poco, o nada; sería, en todo caso, una reserva selectiva.

Pero Castañeda no es el único mudo de la política peruana. Todos son, así como Castañeda, mudos selectivos si observamos con rigurosidad. Nuestro mandatario sabe muy bien cómo callar cuando los temas le son fastidiosos, al igual que otros líderes políticos que optan por aclarar múltiples denuncias, unas más importantes que otras, pero cuestionamientos a fin de cuentas.

La alcaldesa Susana Villarán también se escuda en enredos retóricos cuando le conviene. Ella habla, a veces, hasta los codos; pero es selectiva cuando lo hace. ¿Ha explicado a cabalidad los múltiples cuestionamientos que ha enfrentado durante su estancia en el sillón municipal? Me parece que no. Y para quien ha llevado a la transparencia y la honradez casi como una escarapela en el poncho, pues sí, esperábamos más.

Ayer, ante las denuncias realizadas por su ex esposa, la congresista Rosa Núñez, César Acuña ha optado por el silencio, mudez selectiva como señalamos. El escudo es casi una confesión de parte: "El caso es familiar y por lo tanto privado", ha dicho. "No permitiré un show político mediático con mi familia porque respeto a mis hijos, los quiero y los adoro", sentenció. Sí, Sr. Acuña, es un caso familiar y privado cuando vuelan insultos y se pierden recursos mancomunados. Pero cuando la Sra. Núñez vuela dos pisos para encontrarse moribunda en el suelo se convierte en un asunto público, de carácter penal, además. Y cuando pretende ser autoridad, la ciudadanía necesita explicaciones.

Así que mudos sobran; lo único es que debemos escoger entre ellos cuál guiará nuestro destino.