Desde lo más oscuro de las cavernas

“El fujimorismo viene perdiendo incondicionales a paso firme. Así que, antes de que el naufragio sea inevitable, están apostando por cerrar filas con quienes han demostrado espíritu kamikaze”.
expectativa. De izquierda a derecha, Karina Beteta, Pedro Olaechea, Salvador Heresi y Marvin Palma conforman la nueva Mesa Directiva. (César Campos)

Una explicación que dé sentido –al menos algo– a las designaciones hechas por Fuerza Popular para las presidencias de comisiones y la vocería, así como para la Mesa Directiva del Congreso, es que no le queda otra que abrazarse firmemente a su ala más conservadora. En el desastre en el que se encuentran, han entendido que su futuro depende de la resistencia que se pueda dar desde lo más oscuro de las cavernas.

Además del pelaje naranja, las congresistas Bartra y Arimborgo, que presidirán Constitución y Educación; la congresista Beteta, que asume la primera vicepresidencia del Congreso; y la congresista Salazar, que fungirá de nueva vocera de la bancada, todas ellas tienen en común su cercanía pública con las iglesias evangélicas y con el grupo Con Mis Hijos No Te Metas. Lo mismo con el congresista Olaechea, que se volvió presidente del Legislativo con el voto fujimorista, y con el congresista Guía, que presidirá Justicia. No serán del partido, pero ya saben lo que se dice; si caminan como patos, hablan como patos y visten como patos, no debería haber duda de que son patos.

El fujimorismo viene perdiendo incondicionales a paso firme. Así que antes de que el naufragio sea inevitable, están apostando por cerrar filas con quienes han demostrado espíritu kamikaze. Pero, sobre todo, con quienes aseguran el soporte muy bien financiado que las iglesias evangélicas y el anacronismo organizado están dispuestos a dar si su agenda es promovida.

Así, de facto, sin matices y por necesidad, el fujimorismo reclama como suya la representación de lo más conservador y antiderechos del país. El fujimorismo está asegurando un núcleo terco y achorado dispuesto a ser carne de cañón en tiempos de guerra, lo que hace que este sea también un anuncio de lo que nos espera los siguientes meses.

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