PUBLICIDAD
[Opinión] Sonia Chirinos: Recuerdos de Semana Santa
[Opinión] Sonia Chirinos: Recuerdos de Semana Santa
Imagen
Fecha Actualización
Es como si la celebración de estas fiestas hubiera dejado huella en mi vida.
Recuerdo una Semana Santa en Cusco. Miles y miles de cusqueños se dirigían a la Catedral para ver salir al Señor de los Temblores. Tanta devoción emocionaba y contagiaba.
Recuerdo otra Semana Santa en Antigua, Guatemala. No sabía por qué estaba triste. A mi retorno lo supe. Había fallecido la hermana menor de mi padre. Mi tía Chuca. Isabel. Quedé devastada.
Recuerdo mi primera Semana Santa en España con 10 años. En Gandía, Valencia. Frío, y caramelos para endulzar tan tristes días.
Y otra Semana Santa con el mayor de mis hijos, Arturo (se me casa el 6 de abril). En un pueblo catalán. Él tendría 3 años. El silencio era total. En eso aparece Cristo rodeado de velas y en andas. Ese profundo silencio lo quebró mi hijo: “Cumpleaños feliz” gritó. Asociaba velas con cumpleaños.
Me decía un inglés contemplando la procesión del Domingo de Ramos en Xàtiva (ciudad cuna de los Borgia, de la que un día hablaré), maravillado ante el espectáculo. “Esto no hay en mi país”.
Quizás me equivoque, pero Semana Santa como la conocemos en América, y como se celebra en España, no la hay en las esferas del protestantismo.
España, liberada de la imposición franquista que cerraba cines, cambiaba la programación televisiva y musical, y hasta prohibía el consumo de carne, dio un giro de 180 grados respecto a la Semana Santa, perdiendo para muchos su sentido religioso.
La Semana Santa, sin embargo, no muere. Persiste una tradición y una devoción que nos recuerda que podemos estar orgullosos de pertenecer a una cultura capaz de fundir lo religioso con lo pagano. Lo sencillo con lo trascendente. El arte, con la pasión religiosa.
PUBLICIDAD
ULTIMAS NOTICIAS
Imagen
Imagen
Imagen
PUBLICIDAD