Estamos acostumbrados a usar el término conectividad como sinónimo de acceso a Internet. Es muy común pensar que el beneficio más relevante del acceso a Internet es la información. Perdemos de vista otro beneficio tan o más importante, la comunicación.
Cuando se trata de educación, la conectividad es mucho más que acceso a Internet o a información. La conectividad educativa es una estrategia pedagógica integral que utiliza la tecnología para mejorar el acceso a la información, facilitar la comunicación entre estudiantes y maestros, y así enriquecer el proceso de aprendizaje. Esto debe incluir no solo el uso de Internet y dispositivos móviles, sino también plataformas educativas, recursos digitales y cambios en la didáctica. Estos cambios solo suceden al desarrollar la competencia digital de todos los actores de la comunidad educativa.
Como un ejemplo del impacto que la mejora en la comunicación puede generar en una institución educativa está el caso de Rambrán en el distrito de Cospán, en Cajamarca, en donde, desde 2022, se ejecuta el proyecto de Comunidades Digitales. El acceso oportuno a Internet permitió que el director del colegio de secundaria llegara a tiempo a la inscripción en los juegos deportivos y florales. Gracias a eso, sus estudiantes han ganado primeros puestos a nivel distrital y regional.
Varios países han implementado estrategias de conectividad educativa en diferentes niveles.
En el Perú, todavía estamos discutiendo si el acceso a la tecnología educativa es una prioridad o no. En estos tiempos de inteligencia artificial estamos optando por quedarnos en la cola.
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