Primero salió Vladimir Cerrón con su cháchara de siempre, para justificar sus actos de corrupción con la falacia de una supuesta “guerra política”que, dizque, viene sufriendo, y no dice nada del desfalco en el Gobierno Regional de Junín, donde ya tiene sentencia consentida por corrupción y está inhabilitado para participar en cualquier cargo de elección popular; además, su partido Perú Libre es considerado para la Fiscalía una organización criminal.