(Fotos: Mario Zapata Nieto / @photo.gec)
(Fotos: Mario Zapata Nieto / @photo.gec)

Han pasado dos años de la disolución del Congreso y parece que aún no aprendimos nada, porque una vez más se repiten las prácticas vedadas de la política, puestas al servicio de intereses sibilinos.

Uno de los hechos que evidenció la perversidad de la instrumentalización de un poder del Estado a favor de intereses subrepticios, fue el inefable chat “La Botica”, donde se decidían asuntos de interés público y se direccionaban en función de intereses particulares.

Ahora tenemos la versión moderna, con el chat “La Cachina” del lápiz, por la irresponsabilidad e informalidad que se hacen manifiestas en las conversaciones de Whatsaap, mostradas en público por la investigación periodística de Epicentro, medio virtual.

Tanto hemos criticado desde la izquierda estas formas de hacer política que hoy nos quedamos absortos ante la evidencia del chat de los congresistas de Perú Libre, que confirma la irrupción en el poder de Vladimir Cerrón, usurpando funciones de Estado, lo que le generaría graves consecuencias al gobierno.

Ya habíamos llamado la atención sobre la falta de liderazgo de Pedro Castillo para gobernar, pero el problema es mayor, porque con estas nuevas evidencias, no solo se confirma el poder de facto que tiene Cerrón, sino que demuestran que hay una lucha intestina por el poder en la bancada y en el propio partido Perú Libre.

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El peligro es que estas pugnas y luchas fratricidas en el gobierno exponen al país a una crisis mayor. Porque las decisiones de gobierno se estarían tomando irresponsablemente, como ya vimos esta semana, con el planteamiento de la cuestión de confianza del premier Bellido para defender a un ministro que tiene serias sindicaciones de haber pertenecido a la organización terrorista Sendero Luminoso.

El Congreso tiene que asumir su responsabilidad. Corresponde una acusación constitucional a Guido Bellido y a todos los involucrados.

De parte del gobierno, la única salida que tiene es remover al gabinete en su conjunto que, por cierto, fue improvisado a medianoche el día de su juramentación. Una muestra palpable de la incapacidad para gobernar.

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