(Foto: Leonardo Cuito/@photo.gec)
(Foto: Leonardo Cuito/@photo.gec)

Estamos hartos de las autoridades incapaces de gestionar bien los recursos para su gente.

Estamos hartos de los congresistas ultras de ambos lados a los que solo les interesa quedarse en el poder.

Estamos hartos de los líderes que utilizan los partidos políticos como botines personales.

Estamos hartos de los líderes políticos y los actores sociales para los que la batalla ideológica es más importante que el bienestar de la gente.

Estamos hartos de las autoridades que buscan el poder solo para robar.

Estamos hartos de los congresistas incapaces de ceder posiciones para buscar consensos en favor de todos.

Estamos hartos de quienes creen que a la actual Constitución no se le puede cambiar ni una coma.

Estamos hartos de quienes quieren que la Constitución sea el decálogo de su secta ideológica.

Estamos hartos de quienes pontifican acerca del modelo económico como si fuera un dogma.

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Estamos hartos de quienes nos quieren hacer creer que el modelo económico es el responsable de todos los males del país.

Estamos hartos de los dirigentes filosenderistas que la pegan de demócratas.

Estamos hartos de los fabricantes profesionales de noticias falsas.

Estamos hartos de la polarización enfermiza de muchos actores de las redes sociales.

Estamos hartos de esos empresarios que solo piensan en su bolsillo.

Estamos hartos de la dicotomía estúpida entre fascistas y terroristas.

Estamos hartos de que las autoridades no tengan como prioridad empezar a resolver los problemas de la gente.

Estamos hartos de que mucha gente, sea del nivel socioeconómico que sea, tenga como regla sacarle la vuelta a la ley.

La lista podría seguir, pero hasta aquí llego. Quizá el ‘estamos’ sea muy pretencioso, pero, la verdad, yo sí estoy harto.

Pese a todo, creo que todavía hay gente que puede hacer de nuestro Perú un país como y para la gente.

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