La inversión para fomentar el turismo doméstico ha sido ínfima. Si hay resultados, es porque la gente está con muchas ganas de viajar, señala el columnista.
La inversión para fomentar el turismo doméstico ha sido ínfima. Si hay resultados, es porque la gente está con muchas ganas de viajar, señala el columnista.

En medio de tanta crisis, algunas buenas noticias para el turismo. Hay un notorio incremento en el número de visitantes extranjeros y cada vez se restablecen más vuelos internacionales, lo que hace posible una mayor captación. Las cifras oficiales proyectan 1.5 MM de turistas para este año, pero podríamos llegar a 1.8 MM. Sin embargo, no es por ser pinchaglobos, pero, mientras los demás países están al 70-80% de la prepandemia, nosotros llegaremos apenas al 40%. Nos estamos recuperando, pero no precisamente por las acciones sectoriales. Mincetur no ha invertido ni 1 dólar en promocionar al Perú en mercados extranjeros. Lo que en buena parte explica por qué andamos coleros.

El turismo interno también trae noticias positivas. Vamos superando los resultados de 2019. Acá merecen un reconocimiento las aerolíneas low cost, que vienen apostando por el Perú, abriendo vuelos interregionales que dinamizan y descentralizan la actividad turística. Lo negativo es que la inversión para fomentar el turismo doméstico ha sido ínfima. Si hay resultados, es porque la gente está con muchas ganas de viajar. Solo que con el bolsillo golpeado y el dólar alto, lo viable es hacerlo dentro del país.

La verdad es que el turismo se mueve no gracias a, sino a pesar de. La degradación de los servicios del Estado es clamorosa. Y el maltrato que reciben los turistas: colas interminables en Migraciones, inseguridad en las calles, bloqueos de vías, cierres intempestivos de Machu Picchu, etc., es terrible. Aun así nos visitan. Es un testimonio del increíble atractivo de nuestro país. Pero no olvidemos que existen otros destinos muy atractivos también, que se promocionan agresivamente y ofrecen todas las facilidades al viajero. Si el desgobierno sigue, nos estamos arriesgando a que ni con todas nuestras maravillas nos quieran visitar.