El Congreso, con mayoría de bancadas antagónicas al gobierno, decidió darle el voto de confianza al gabinete presidido por Aníbal Torres, que tiene al menos nueve ministros con serios cuestionamientos, señala el columnista. (Foto: Mario Zapata / GEC)
El Congreso, con mayoría de bancadas antagónicas al gobierno, decidió darle el voto de confianza al gabinete presidido por Aníbal Torres, que tiene al menos nueve ministros con serios cuestionamientos, señala el columnista. (Foto: Mario Zapata / GEC)

Lo que pasan por alto los grupos de oposición en el Congreso y quienes están de acuerdo con su estrategia es que la famosa “bala de plata”, que, sí mata, con el trascurrir del tiempo se está convirtiendo en una “bala de salva”, que solo asusta.

El Congreso, con mayoría de bancadas antagónicas al gobierno, decidió darle el voto de confianza al gabinete presidido por Aníbal Torres, que tiene al menos nueve ministros con serios cuestionamientos. Dicen que lo hacen para no dar motivo al presidente para disolverlos ante dos denegatorias. De esta manera se guardarían la “bala de plata” para el futuro.

Pero no se dan cuenta de que el Legislativo pierde legitimidad y, por ende, poder ante la ciudadanía si le da la confianza a un gabinete que no se la merece y puede terminar más debilitado que el propio Ejecutivo con todas sus traperías.

También se subestimó a los operadores del gobierno en el Congreso sobre su capacidad de reclutar a congresistas a la causa del oficialismo usando métodos “montesinistas” que creíamos superados.

Hoy no es seguro que ni siquiera se tengan los votos para censurar a ministros impresentables como el de Salud y el de Justicia. Con las justas van a tener los votos para admitir la moción de vacancia presidencial, pero es imposible que puedan aprobarla.

Los electores tendrán que pensarlo dos veces antes de volver a darles su voto a grupos como Podemos, Somos Perú, Acción Popular y Alianza por el Progreso, que empezaron antagónicos al gobierno y hoy gran parte de sus integrantes son oficialistas. Traicionaron el voto que la gente les dio para que hagan el contrapeso desde el Parlamento y no convertirse en los niños falderos del régimen.