Es escandaloso cómo la mayoría de corresponsales para medios extranjeros en Perú desinforman a sus lectores según sus sesgos ideológicos. Ya bastantes veces hemos visto notas absolutamente parcializadas en el New York Times, El País, ABC, Washington Post, El Mundo, The Guardian, etc. ¡Y se molestan si se lo haces notar! Es cierto también que no suele venir a residir hasta nuestros lejanos lares precisamente lo mejorcito de los profesionales extranjeros de ese rubro (hay excepciones) y que, además, la caviarada reporteril local ha capturado muchos de esos puestos, pero deberían tener un poquito más de profesionalismo y neutralidad en sus despachos.

Por ejemplo, ayer la activista rojimia Paola Ugaz se mandó una apología de Gorriti en el diario español monárquico de derechas ABC (para quien ella increíblemente cubre el Perú, pues está en las antípodas de su pensamiento político) que se excedió de adulona. ¡Hasta Gorriti debe de haberse ruborizado e incomodado con tanta sobonería de su pupila al leerla! Toda la nota era una oda monodia, un himno épico a su exjefe Gorriti (trabajaron juntos en IDL-R. Ugaz no revela eso en su nota, como debería), con harto “cherry” —que no venía al caso— sobre su trayectoria, ilustrada con una foto coqueta de un otrora juvenil Gorriti y un titular distorsionado, pues a Gorriti no le están pidiendo directamente ninguna revelación de sus fuentes, sino que entregue material probatorio necesario para dilucidar si manipuló al Ministerio Público para direccionar sus pesquisas, como lo señaló el colaborador eficaz Villanueva. Lo que pasa es que simplemente Gorriti no quiere que se confirme la acusación de Villanueva y se victimiza.

En la nota no hay una sola línea crítica a Gorriti y la única entrevistada es la “imparcial” Romina Mella, otra empleada de Gorriti en IDL-R, esa que despachaba en la Fiscalía y fungía prácticamente de relaciones públicas del MP con un fiscal brasileño. Un asco de artículo, Paulita.