La Iglesia mediará en la reunión entre el primer ministro, Salvador del Solar, y el presidente de la comunidad de Fuerabamba, Gregorio Rojas. (Foto: CEP)
La Iglesia mediará en la reunión entre el primer ministro, Salvador del Solar, y el presidente de la comunidad de Fuerabamba, Gregorio Rojas. (Foto: CEP)

Podríamos decir que al premier Del Solar se le hizo el milagro. Apenas obtenido el voto de confianza y con la intervención de la Iglesia católica, se llegó a un acuerdo entre la minera operadora de Las Bambas, la comunidad de Fuerabamba y el gobierno: la empresa logró desbloquear los accesos a la mina para continuar extrayendo minerales, el gobierno logró salir de un embrollo que no tenía la menor idea de cómo manejar y la comunidad logró “algo” que nadie se ha atrevido a detallar.

¿Es para estar satisfechos? Depende del cristal con que se mire. Si nos concentramos en el corto plazo, definitivamente existe el alivio de haber recuperado una fuente de crecimiento económico. Para la Iglesia católica, queda el haber demostrado que, aun con la proliferación de sectas u organizaciones cristianas, sigue siendo la referente. Para las comunidades, queda demostrado que las medidas de fuerza sí funcionan; que son capaces de poner de rodillas al gobierno, y que gozan de impunidad, no solo cuando sus delitos son en supuesta defensa de los más pobres sino cuando conducen ebrios y atropellan.

En el largo plazo (que empieza hoy), el gobierno ha perdido fuerza y credibilidad. No fue capaz de imponer el orden ni de hacer respetar las leyes. ¿Por qué sí se puede sancionar a un taxista o camionero, igualmente pobre que, en estado de ebriedad, atropelló a alguien y no al miembro de una comunidad? ¿Tiene el segundo algún tipo de inmunidad, igual que los congresistas? Esa parte de la Constitución no la conocíamos.

Puestas las cosas en su lugar, será interesante ver si la Fiscalía y los jueces son valientes frente a todos o solo cuando están ante una madre con dos niñas que sí, cometió errores, pero nada que se haya podido probar como delito.