Liz Truss también dimitió por razones políticas causadas por una propuesta torpe e impopular para manejar la crisis económica de su país, señala el columnista.
Liz Truss también dimitió por razones políticas causadas por una propuesta torpe e impopular para manejar la crisis económica de su país, señala el columnista.

…como lo han hecho en Reino Unido los primeros ministros David Cameron en 2016 al perder la votación en contra del Brexit que él mismo propuso y antagonizó ante la presión de un sector importante de su partido, el Conservador; como lo hizo Theresa May en 2019 cuando esa fracción conservadora, encabezada por Boris Johnson, le hizo la vida imposible por plantear un “Brexit light” (con las fronteras entre Irlanda del Norte y del Sur y de Gibraltar con España abiertas al libre comercio con la Unión Europea); como luego le tocó renunciar al mismo tramposo Johnson, quien, además de ejecutar el Brexit casi como lo que May propuso, tuvo que renunciar por escándalos políticos, sobre todo, el de las fiestas que organizó mientras su pueblo estaba en cuarentena por el COVID. Ahora, Liz Truss también dimitió por razones políticas causadas por una propuesta torpe e impopular para manejar la crisis económica de su país.

Ninguno de estos jefes de gobierno fue acusado de corrupción ni de autoritarismo (es cierto que Boris Johnson tenía cierta tentación autocrática, pero nunca amenazó a medios de comunicación ni al Parlamento británico de conspirar contra él). Sus errores fueron políticos y, en el caso de Liz Truss, quien no llegará a dos meses en el poder, estuvo vinculado a paquete de medidas fiscales que recortaban impuestos para impulsar la economía del Reino Unido eliminando, absurdamente, la tasa de 45% de impuestos al sector más rico del país, que gana más de 169 mil dólares al año.

En momentos de una crisis económica mundial derivada por la escasez y aumento de precios del gas y petróleo por la guerra de Putin en Ucrania, cuando la mayoría de los gobiernos europeos intentan reducir la inflación y la carga de impuestos de las clases más vulnerables, el plan de Truss causó una obvia indignación nacional, lo que causó que incluso miembros del sector más derechista del Partido Conservador pidieran su renuncia. Son muchos los ejemplos históricos y recientes de demócratas que han dejado el poder por la gobernabilidad del poder aun sin estar involucrados en investigaciones por corrupción.

Cuando a alguien le importa su pueblo, antepone los intereses personales por los de la nación y dimite, y eso es esencia de la misma democracia que los conduce al poder.