[OPINIÓN] Ariel Segal: “IA y la inteligencia literaria (II)”

Asimov y Dick nos advirtieron sobre los beneficios y peligros del desarrollo de la IA.
Isaac Asimov publicó, en su relato “Círculo vicioso”, tres leyes de la robótica que son sorprendentemente vigentes para el actual debate sobre la inteligencia artificia, señala el columnista. (Foto: GEC)

Son varios los mitos y textos literarios que tratan la idea del ser humano que crea algún tipo de ser inteligente como la novela de Mary Shelley Frankenstein o el moderno Prometeo (1818); El Golem (1915) de Gustav Meyrink, basada en la leyenda del rabino Loew, que en el siglo XVI creó un ser de arcilla para proteger a los judíos perseguidos en el ghetto de Praga, otorgándole vida gracias a una fórmula cabalística. En ambas historias, el ser creado se rebela contra su creador y se torna peligroso, como posteriormente ocurre en varias obras de la literatura de ciencia ficción moderna y contemporánea escrita por autores como Isaac Asimov y Philip K. Dick, entre otros.

En 1942 Isaac Asimov publicó, en su relato “Círculo vicioso”, tres leyes de la robótica que son sorprendentemente vigentes para el actual debate sobre la inteligencia artificial: 1) un robot no hará daño a un ser humano, ni por inacción permitirá que un ser humano sufra daño, 2) un robot debe cumplir las órdenes dadas por los seres humanos, a excepción de aquellas que entren en conflicto con la primera ley, y 3) un robot debe proteger su propia existencia en la medida en que esta protección no entre en conflicto con la primera o segunda ley. Ya en este “reglamento” se percibe la seguridad que tenía Asimov de que se crearían robots con similar o mayor poder que los seres humanos.

Menos conocido fue Philip K. Dick en su tiempo, aunque en el siglo XXI se ha publicado toda su obra, de 36 novelas y 121 relatos cortos. En “Podemos fabricarte” (1972), el autor imagina que los dueños de una empresa de órganos musicales eléctricos inventan una réplica robótica exacta a Abraham Lincoln para conocer mejor detalles de la guerra civil estadounidense hasta que un empresario ambicioso quiere aprovecharse del robot y de otros androides para beneficio propio en una sociedad caracterizada por padecer de enfermedades mentales.

Asimov y Dick nos advirtieron sobre los beneficios y peligros del desarrollo de la IA.

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