Malos precedentes. (AFP).
Malos precedentes. (AFP).

Hay algunos tiempos, más que en otros, en los que en el mundo ocurren buenos o malos precedentes y es de temer que experimentemos un período político peligroso. Ejemplos:

—Una farsa de impeachment y no porque el senado absolvió a Trump. La denuncia de abuso de poder contra el presidente por condicionar ayuda al gobierno de Ucrania, a cambio de investigar los negocios del hijo del precandidato demócrata Joe Biden, para involucrarlo en un caso de corrupción, y la acusación de obstrucción a la investigación parlamentaria quedaron sin resolver. El mal precedente es que la mayoría republicana no permitió la declaración de testigos clave que tenían información de que Trump sí es culpable. La institucionalidad de EE.UU. sufre una sacudida.

—Una candidatura inadmisible, la de la presidenta temporal de Bolivia, Jeanine Áñez, quien aseguró que conduciría un proceso electoral transparente. Prometió dedicarse a la transición y ha incumplido, lo cual, en un país que cuestionó la reelección de Evo Morales, es la repetición del gravísimo antecedente del expresidente en el exilio.

—El “acuerdo de paz” de Trump para Oriente Medio: demagogia en pleno impeachment y en la campaña electoral, mientras el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, es enjuiciado por corrupción. ¿Un acuerdo sin negociación con los palestinos? Populismo que puede causar peligrosos eventos.

—La entrada en vigor del Brexit, y no porque sea o no bueno para Reino Unido (el tiempo lo dirá), si no porque incitará a partidos políticos nacionalistas a salir de la Unión Europea y también a movimientos separatistas, como el de Cataluña, el de Flandes (norte de Bélgica), Córcega (en Francia), etc.

TAGS RELACIONADOS