/getHTML/media/1229195
Cherman: "Quien me quiebra el lado patriótico fue Juan Acevedo con Paco Yunque"
/getHTML/media/1229190
Marco Poma CEO de Tkambio: "Perú está atrasado en materia de 'open banking'"
/getHTML/media/1229170
Percy Medina por nueva Mesa Directiva: "Tenemos que estar vigilantes"
/getHTML/media/1229169
Carlos Basombrío: "La lista que salga será más de lo mismo"
/getHTML/media/1228869
Iván Arenas: "Hay riesgos si APP asume Mesa Directiva"
PUBLICIDAD

La niña de sus ojos

El crecimiento de la clase media en el Perú (72% de la población según informe del Banco Interamericano de Desarrollo-BID) ha llevado al éxtasis a la mayoría de los políticos y a algunos analistas.

Imagen
notitle
Fecha Actualización
Guido Lombardi,Opina.21glombardi@peru21.com

Al inaugurar el Foro Iberoamérica, el presidente se refirió a la "expansión y consolidación de las clases medias" en la región. El concepto es engañoso y puede llevar a errores. Lo confirma el mismo Ollanta Humala al afirmar: "La niña de mis ojos es la política social, no la política económica".

Como es evidente, para llevar adelante políticas sociales inclusivas, y no únicamente asistencialistas, es indispensable contar con políticas económicas sólidas y estables que generen empleo y hagan posible el crecimiento sostenido.

El informe del BID ha sido analizado críticamente por diversos especialistas. Alfredo Torres, de Ipsos Perú, hace notar que no es lo mismo dejar de ser pobre que ser de clase media.

Y subraya que si la línea de pobreza es de 1,088 soles para una familia de 4 personas, bastaría un sueldo mínimo y medio para dejar de ser pobres. Más enfático, Richard Webb sugiere "mandar al tacho dos conceptos que han saltado a la fama: clase media y pobreza no monetaria". En ambos casos, dice, los términos se han aplicado más como instrumentos retóricos que de análisis técnico.

Los niveles socioeconómicos siguen teniendo en el Perú una estructura piramidal: el sector A incluye apenas al 2% de la población, mientras que 9.4% pertenece al sector B. Los niveles C y D engloban al 50%, y un mayoritario 38.6% pertenece al nivel E. Esa estructura demuestra que todavía no se ha cumplido –ni remotamente– con el objetivo de mayor inclusión y menor desigualdad.

Para salir de la pobreza hay que tener acceso a servicios básicos: educación de calidad, salud, vivienda con agua y energía.

Si el presidente se desentiende de la política económica, será imposible atender esas demandas de la mayoría del país que todavía carece de ellas.