[Opinión] Aldo Mariátegui: Un mundo para Rossana y Natalia. (Foto Difusión)
[Opinión] Aldo Mariátegui: Un mundo para Rossana y Natalia. (Foto Difusión)

Siempre me ha molestado esa vocación manipulatoria de los caviares para contrabandear su agenda ideológica. Eso lo acabo de constatar, una vez más, en la película Un mundo para Julius. No suelo ver cine peruano porque es malísimo. Debe ser, por lejos, nuestra peor rama del arte. Hemos tenido cosas interesantes en literatura y música, pero en cine sí que estamos en el subsuelo (y no mundial, sino sudamericano), a pesar de los subsidios de Cultura. Estaba de viaje y me convencieron para ir a ver este bodrio. No solo resultó tan malo como me esperaba, sino que me irritó cómo se había acomodado una novela entrañable para politizarla y alimentar odios y resentimientos. Me acordaba de que muchas cosas que aparecían allí no estaban en la novela y decidí releerla.

No voy a hacer una lista de lavandería, sino que me voy a limitar a tres fragmentos del mismo tráiler promocional en YouTube (). 1) Nunca el mayordomo le dice asustado a Julius que se vaya de su cuarto porque su madre se va a molestar, tipo una atmósfera de miedo al patrón. Hablan ambos muy tranquilitos (ver página 84). 2). Tampoco el padrasto Lucas usa la expresión “Chololandia” para referirse al servicio doméstico cuando Julius crece y pasa al comedor principal (pág. 198). 3) En ningún momento algún hermano de Julius le espeta un “zambo de m…” al chofer.

Todas esas situaciones han sido inventadas, con muy mala leche, por la directora Rossana Díaz Costa (que es hincha confesa de Verónika Mendoza…). Otra gruesa distorsión, ideológica y de mala leche, es presentar casi al final al muro que divide a Casuarinas de Pamplona como si fuera de la época del libro (años 50). Lo curioso es que Díaz Costa tuvo la ayuda de la historiadora Natalia Sobrevilla, que debió aportar rigor por su profesión. Es curioso cómo dos condiscípulas (Díaz Costa y Sobrevilla) del exclusivo colegio San Silvestre terminaron de aficionadas cineastas rojimias que distorsionaron adrede un libro con fines políticos.