Por otro lado, una voz en off guía la película. Sin embargo, su aporte entra en discusión. Hay escenas logradas que hablan por sí solas y no necesitan que alguien describa detalles. Asimismo, los escenarios buscan retratar la Lima de los 50. La gran casa de Julius sirve para sus fines, al igual que el cuarto del pequeño, donde se dan prioridad a los detalles, tal como en la obra de Bryce. No obstante, resaltan las carencias para lograr otros ambientes, como el aeropuerto o las fiestas.