Mariana Garcés: "La cultura es la columna vertebral de una sociedad"

Colombia es el modelo de gestión cultural exitoso en Latinoamérica y es el invitado de honor en la Feria del Libro de Lima que se inauguró ayer. Y para suerte nuestra, la delegación colombiana llegó con su ministra de Cultura, Mariana Garcés, con quien conversamos mientras probaba sonido Adolfo Pacheco, la leyenda viviente del vallenato. Música, ministra.

Colombia es un referente cultural. ¿Qué tuvo que pasar?El actual gobierno considera que la cultura es la columna vertebral de una sociedad. Dejamos de ser la cereza del pastel para ser la harina del pastel. Nuestro plan, sobre todo, gira en torno a la lectura. El fortalecimiento de las bibliotecas públicas, de hacer de los colombianos mejores lectores, de aumentar nuestros índices de lectura, de llegar con dotaciones de libros en cualquier formato, de tener a los niños y jóvenes como prioridad han sido fundamentales.

¿Qué tal ha sido la respuesta?Aún nos estamos midiendo. Los planes de lectura son de largo aliento. El nuestro se llama 'Leer es mi cuento'. En Colombia, leemos 1.9 libros al año si nos comparamos con todos los habitantes. Si hablamos de los índices de los lectores que se consideran tales, la cifra es de 4.3 libros al año por habitante. También hay otros puntos importantes: emprendimiento cultural, prácticas artísticas, dirección de arte, fortalecimiento de la música y apropiación social del patrimonio.

¿Qué tuvieron que enfrentar para dejar en claro que la cultura es la columna vertebral?El presidente Santos es un convencido del tema. Cuando uno tiene un jefe con esa visión, el camino es más fácil. Obviamente, tuvimos que hacer un trabajo ante el Congreso, el mismo ministerio y frente a la sociedad.

¿Cómo manejan el presupuesto para Cultura?No es un presupuesto grande, pero es mucho más de lo que era cuando llegamos. El presupuesto de inversión aumentó en 164%, en los últimos seis años. De ahí se ha destinado recursos para las bibliotecas, tecnologías, capacitación de bibliotecarios y dotación. Y lo más importante en términos de economía es que tramitamos una ley en el Congreso que le garantiza la subsistencia a las bibliotecas públicas y al plan de lectura. Cada vez que un colombiano hace una llamada por teléfono celular, paga el 20% de impuesto; el 15% es el Impuesto al Valor Agregado (IVA) y el 4% es un tributo al consumo, que se dedica al fortalecimiento del deporte y de la cultura. Y de ese 4%, el 10% se destina exclusivamente a las bibliotecas públicas. Colombia tiene 1,424 bibliotecas públicas. Cada municipio tiene, por lo menos, una.

¿Por qué decidieron empezar por la lectura?Primero, hace ciudadanos más felices. Segundo, acceder a la información y al conocimiento es la mejor manera de cerrar las brechas. Queremos formar ciudadanos integrales con capacidad crítica, que elijan mejor a sus gobernantes y que aprendan a dirimir sus conflictos a través de la palabra y no de la violencia.

¿Qué tan cierto es que al ciudadano de a pie no le interesa la cultura y que prefiere el entretenimiento televisivo en su peor forma?Ante todo, creo que la televisión debería ser un vehículo cultural. El que consume televisión también se puede acercar a la cultura. Lo ideal es que haya una buena oferta para que el ciudadano sea quien elija y determine.

Del lado empresarial, también existe el prejuicio de que la cultura no vende.El cine colombiano pasa por un muy buen momento y ahí hemos creado incentivos. Hay empresarios que apoyan a la cultura por convicción, pero son los menos. Entonces, el Estado debe tener una política tributaria, como descuentos cuando se dona un recurso para la cultura.

Usted antes ha señalado que la gratuidad de la cultura no es sana. ¿A qué se refiere?Hay algunas ciudades de Colombia que decidieron que todo espectáculo fuera gratuito. Yo creo que una manera de valorar algunos aspectos de nuestra vida es a través del reconocimiento de la compra de una boleta. La gente que tiene capacidad adquisitiva debe pagar caro y el que no tiene debe pagar muy barato.

Aquí, por la FIL, ha habido un debate porque el costo del ingreso aumentó dos soles.Yo considero que el ingreso a las ferias de libro debería ser gratuito y que los asistentes inviertan comprando un libro.

Eso considerando que el Estado apoya, ¿no?Claro. Pretendemos que haya boletería para todos los bolsillos y que no queden excluidos los que no tienen recursos.

En el Perú, atravesamos una coyuntura donde la inseguridad reina. ¿Cuánto puede hacer la cultura para luchar contra la delincuencia?La cultura es fundamental. Tenemos el proyecto Comunidades, con los estratos más vulnerables de nuestra sociedad, y lo que se logra a través de la práctica artística es una mejor convivencia, es entender al vecino, saber que se pueden dirimir los conflictos a través de otras formas que no sean la violencia.

¿Qué le aconsejaría al presidente electo del Perú?Que sigamos trabajando juntos, que Latinoamérica tiene mucho a partir de la diversidad. Ustedes de la gastronomía han hecho una política pública que para Colombia es un gran referente.

AUTOFICHA