“Los niños son el futuro del país y de las marcas”

“La lealtad a una marca se construye gradualmente, comenzando mucho antes de que una persona tenga poder adquisitivo propio”.
"Las marcas deben ser innovadoras y adaptables, ya que los niños y adolescentes de hoy son nativos digitales".

En mi columna anterior, titulada “”, destaqué la influencia significativa que los menores de edad tienen en las decisiones de compra del hogar. Aunque actualmente consumen productos y servicios apropiados para su edad, en el futuro serán decisores clave en su juventud y adultez. Por esta razón, centrarse en los niños y adolescentes es una táctica visionaria. Al hablar y educar a esta audiencia, se construye lealtad temprana y se sientan las bases para una relación duradera con futuros consumidores.

La lealtad a una marca se construye gradualmente, comenzando mucho antes de que una persona tenga poder adquisitivo propio. Las experiencias formadas en la infancia y adolescencia influyen en las decisiones de compra futuras. Establecer una conexión emocional temprana asegura que estos jóvenes elijan la marca en su adultez. Ejemplos peruanos que vienen a la mente, incluyen marcas como Gloria, Inca Kola, D’Onofrio, Ajinomoto y Oster, entre otras.

Además de la publicidad directa, la educación es crucial para establecer una relación sólida con los jóvenes. Al educarlos sobre nutrición, consumo responsable y sostenibilidad, las marcas forman consumidores más informados y responsables. Nestlé, con sus iniciativas educativas sobre nutrición y vida saludable; Pacífico Seguros, con sus talleres para niños sobre seguridad y prevención; y Cementos Sol, con su campaña “Conocimientos”, que educa a los niños sobre construcción segura, son ejemplos destacados. Fundación Telefónica también contribuye a través de su programa “Aula Móvil”, llevando educación digital a zonas rurales.

Las marcas deben ser innovadoras y adaptables, ya que los niños y adolescentes de hoy son nativos digitales. Para mantenerse relevantes, las estrategias de marketing deben evolucionar constantemente. Es esencial integrarse de manera natural y creativa en redes sociales, videojuegos y plataformas de streaming. Campañas que utilizan influencers juveniles y contenido interactivo capturan mejor la atención de esta audiencia. Un ejemplo de esto es el BCP, que educa a los jóvenes sobre la administración del dinero a través de videojuegos. Movistar, con su GameClub, ofrece un espacio para los amantes de los videojuegos y busca potenciar el gaming. Tottus ha lanzado una campaña de educación en valores con su primer cuento interactivo en YouTube.

Invertir en estrategias que hablen, eduquen y se acerquen a los niños y adolescentes es una apuesta por el futuro. Al construir lealtad temprana, educar a consumidores informados y ser innovadoras, las marcas pueden asegurar su éxito a largo plazo. En un mundo competitivo y en constante cambio, reconocer que los niños son el futuro del país y de las marcas puede marcar la diferencia entre ser un líder del mercado o quedarse rezagado. Las marcas que actúen sobre esta visión hoy cosecharán los beneficios en los años por venir.

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