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Llorar antes que duela
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Esta semana hubo bombardeos políticos online de videos, caricaturas, slogans, columnas, artículos y memes de tirios y troyanos. Bueno, más tirios que troyanos, pero cada cual en sus trece.
Veamos los más alarmantes. Para lograr captar la atención del público, ya tan solicitada que bordeamos el meltdown colectivo, se necesitó recurrir al shock. ¡Alertan que las calles de Lima se han llenado de banderas rojas! ¡Que no sé dónde se canta un himno a Velasco que nunca escuché! ¡Ah!, que esto ya es Venezuela y también que Abimael vuelve. Me angustio cinco segundos (uno tampoco es de piedra) y, en un impulso que contradice mi firme resolución de no mirar la política a través de la tele, enciendo y veo unos manifestantes –no llegan ni a 80– desfilando por el Centro. El canal pasa y repasa la imagen. Mismas banderas, mismas personas. Lo del himno a Velasco lo ignoraba. Y ¡ojo! que viví esa época y milité contra la dictadura y pagué caro mi militancia. Lo deben haber plagiado hace dos días porque suena igualito a la Internacional Socialista. Queda claro que en 50 años no hay una calle, una plaza ni un busto de mala muerte a nombre del dictador. Locos quizás, pero no desmemoriados. ¿Y Abimael? Abimael se va a quedar donde está porque al primero que intente amnistiarlo le cuesta el puesto y eso lo sabe hasta mi sobrina de 10 años.
Hay dos tipos de alarmados. Los que en verdad están aterrados y quieren repartir el miedo democráticamente que creen en el chorreo y que piensan “contra más aterrados juntamos, mejor estamos”. Y hay los que están esperando que todo se vaya a la mierda para poder decir “¿ven lo que les dije? ¡Yo sabía que esto iba a pasar!”.
Los últimos deben tener alguna otra frustración que nada tiene que ver con la política y cuyo origen no estoy capacitada para analizar. Están como el escorpión de la fábula: no les importa terminar al fondo del río con tal de llevarse puesta a la rana. Luego están los que modestamente repiten slogans y chatean: “Esto es de terror”. No, estimado, o aterrado, lector. Siria es de terror. Esto es lamentable. Si perdemos la proporción, mancamos.
Pero es también la ocasión única para renovar el país. Motivar a los jóvenes a presentarse. Incentivar la participación de aquellos que creen en este modelo, que quieren crecimiento en democracia para el Perú. Hay mucha gente valiosa en esta tierra bonita. Hay emprendedores, creadores, inventores, artistas, deportistas y soñadores. Gente que ha hecho maravillas en el país. Es hora que den un paso hacia adelante. Si no lo hacen, más tarde será más triste y no habrá a quién culpar. El espacio que abandona un ejército lo ocupa el bando contrario. Me vaticinan que la izquierda copará el espacio. Contesto: solo si la dejan.
En vez de llorar, pónganse a trabajar. A elegir a los mejores. No vale llorar antes que duela.
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