León en el despensero

La saga de la familia León Alegría parece no tener fin. Primero fue Rómulo, el padre, que desde los años del primer gobierno de Alan García Pérez su trayectoria política estuvo salpicada de presuntos escándalos de corrupción coronada, en el segundo gobierno, con el famoso “faenón”.

Ahora Luciana, en su momento la congresista más joven del país y quien fuera parte del último Parlamento, no parece ajena a ese tipo de escándalos con las graves imputaciones que le hace la Fiscalía de la Nación.

A lo largo de su trayectoria política, las finanzas personales de la excongresista han levantado sospechas en más de una oportunidad, desde sus profusas inversiones inmobiliarias cuando todavía era una veinteañera, que no encajaban con sus ingresos, hasta su cuestionado papel en comisiones del Congreso tan ligadas a lobbies y negociados, como son las comisiones de Transportes y Comunicaciones y la de Presupuesto. Aunque casi en la totalidad de los casos logró eludir investigaciones y procesos mayores, debido menos a sus descargos que a las correlaciones políticas del momento, el aire turbio alrededor de sus actividades nunca se disipó del todo.

Esta vez, sin embargo, la evidencia indica que las investigaciones han progresado a paso firme. Si hasta cinco colaboradores eficaces la vinculan –a ella y su despacho– en las fechorías de Los Intocables Ediles de La Victoria y la Fiscalía cuenta con documentos, testimonios e interceptaciones telefónicas que lo corroboran, le será muy difícil sacar el cuerpo como en anteriores ocasiones, más aún si ya tampoco cuenta con los clamorosos blindajes con que el fujimorismo pagaba los votos apristas en el disuelto Congreso.

Si la Fiscalía lograra probar sus hipótesis y conseguir una sentencia, parece claro que ella no sería la única parlamentaria que posiblemente haya medrado con manipulaciones y coimas sobre obras, proyectos y dineros públicos en las comisiones de Presupuesto del extinto Parlamento: en ese terreno, el trabajo de la Fiscalía no ha hecho más que comenzar.