Juan José Garrido: Tres cortitas

Uno. Las declaraciones del presidente del partido Peruanos por el Kambio (PpK), así como las de otros miembros de la cúpula del mismo, apuntan a una crisis muy fuerte en el seno del poder gubernamental. El partido, liderado por el congresista Gilbert Violeta, está enfrentado a muerte con el gabinete Zavala. No solo piden la cabeza de este, sino que han llegado a comparar a los miembros con el Ku Klux Klan (Jorge Villacorta dixit). ¿Qué se percibe? La pelea, obvia y pública, busca separar al presidente Kuczynski de su equipo de trabajo, desde el premier Zavala hasta la última colaboradora que trabaje en Palacio. Se sienten marginados, es lo que dicen; pero la pregunta es ¿qué –específicamente– existe detrás de dicha ambición? ¿Desean una mejor conducción del gobierno o el acceso a cargos públicos? Y si es esto último, ¿para beneficio de quién? Si el presidente Kuczynski no rompe con personajes que, abiertamente, demuestran dicho apetito, no tenga duda de que será –en algún momento– parte del menú.

Dos. En la nota publicada ayer en este diario “Ppkausas en mira de la Fiscalía por faenón de obras en Ucayali”, consignamos una serie de hechos y registros (fotografías y videos) comprometedores; lamentablemente, y como suele suceder en estas denuncias, los participantes de la historia han preferido el silencio a las explicaciones. Algunas preguntas que, tal vez, alguna autoridad pueda realizar por nosotros: ¿Qué hacía una funcionaria del Ministerio de Vivienda viajando con un contratista privado (detenido recientemente por participar en una presunta coima) a ciudades del interior? ¿Por qué razón viajaba dicha funcionaria con su esposo, un empresario? ¿Qué hacía Giovanna Violeta, hermana del congresista Gilbert Violeta, con ellos, y por qué ambos no pueden pronunciarse? Algo huele muy mal.

Tres. La Fiscalía abrió ayer investigación preliminar a la lideresa de Fuerza Popular, Keiko Fujimori, por la anotación consignada en la agenda de Marcelo Odebrecht. La investigación debería proseguir con las declaraciones de Odebrecht, Barata y otros funcionarios locales; esperamos de la Fiscalía, por cierto, la misma energía que en otros casos.