El nivel de indolencia del Gobierno con la educación de los niños del país no tiene límites, por eso son capaces de todo con tal de negar su negligencia de haber suspendido las clases innecesariamente toda esta semana, solo por el capricho de tener las calles libres para que dizque circulen los vehículos de los dignatarios que vienen a participar en APEC.
En realidad, lo que han buscado desde el gobierno ha sido tratar de minimizar las convocatorias a las marchas programadas para estos días de APEC; pero no se han dado cuenta de que esta medida es contraproducente con el sentir de la ciudadanía, y que más bien va a motivar a diversos sectores a manifestarse, ahora con más razón, después de ver que al Gobierno le importa un bledo la enseñanza de nuestros niños.
Han salido el inefable ministro de Educación y el propio premier a tratar de justificar su decisión y lo que han hecho es más bien confirmar que es solo un capricho y un atropello a la educación; no aprendieron nada de la pandemia y las consecuencias que ha tenido el confinamiento de la población, sobre todo en esta generación de escolares, niños, adolescentes y jóvenes que se han visto afectados emocionalmente en su conducta y crecimiento.
Es falso que el Minedu se haya preparado para que se sustituya las clases presenciales con dizque clases remotas, que supuestamente incluyen el uso de los materiales escolares, es una falacia que cualquier maestro de aula o pedagogo puede rebatir. Primero, no se tiene una plataforma virtual para que los maestros lleven las clases virtuales, cada profesor está tratando de “gorrearse” de los servidores gratuitos que ofrecen media hora de acceso al interfaz de comunicación virtual.
No se tiene el soporte técnico para las clases virtuales y menos se ha diseñado el currículo para dichas clases, ahora súmele que en los hogares con las justas se tiene un dispositivo para acceder a las plataformas y el Internet es intermitente, si es que por suerte lo tienen; esta es la realidad de Lima y más de dos millones de escolares que han perdido una semana de clases.
En el Gobierno son tan tozudos que creen que enviándonos a nuestras casas esta semana vamos a estar tranquilos; y creen que así se desmotiva las manifestaciones ciudadanas, al contrario, la protesta va a ser contundente y tendrá una mayor convocatoria, motivados por su propia negligencia. Y que quede claro, no es contra APEC, es contra este Gobierno y el funesto Congreso.
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