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Juan Mendoza: Por favor, no bajen el IGV
“La idea de PPK es que los menores impuestos reactivarán la economía, aumentarán la productividad y reducirán la informalidad”.
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Sería un grave error que PPK baje el IGV y otros impuestos. Lejos de reactivar la economía, el plan de PPK nos traerá déficit fiscal, caída en la inversión pública y hará imposible que Kuczynski cumpla sus promesas de campaña.
La idea de PPK es que los menores impuestos reactivarán la economía, aumentarán la productividad y reducirán la informalidad. Pero la economía no se reactivó con la reducción del impuesto a la renta del ministro Segura: el consumo creció más lento y la inversión pública aceleró su caída en el 2015. ¿Por qué insistir con una política fracasada?
Por otro lado, es improbable que las tasas impositivas tengan efecto importante sobre la productividad o la informalidad. ¿Será un empresario más productivo porque paga menos tributos? ¿Qué haría que un informal, que paga 0% de IGV, se anime a hacerlo porque la tasa baja de 18% a 17%?
El paquete tributario de PPK abrirá un enorme forado fiscal. Bajar el IGV y seguir reduciendo el impuesto a la renta significarán, bajo supuestos muy conservadores, una caída de 0.5% del PBI en los ingresos tributarios. El crédito fiscal a la reinversión de las grandes empresas reduciría la recaudación en, por lo menos, 1% del PBI. En conjunto, las propuestas de PPK originarían una caída en los ingresos del Tesoro mayor o igual a 1.5% del PBI.
El problema es que el inepto gobierno saliente nos deja 3% de déficit fiscal, el mayor de los últimos 17 años. Y como la regla fiscal en vigor prohíbe un mayor déficit, adivine usted qué pasará si caen los ingresos. Pues, a menos que se cambie la ley, se tendrá que reducir el gasto. Y como es políticamente imposible recortar remuneraciones o despedir servidores públicos, lo que caerá será la inversión pública.
Si PPK llevara adelante sus propuestas tributarias, el descalabro en la inversión pública sería de alrededor de 30%. Y si ello sucediera no serán los trabajadores de Doe Run los que marcharán en protesta, sino los alcaldes y presidentes regionales ahogados por falta de recursos.
Si bajan los impuestos, las promesas electorales de PPK quedarán en el olvido. ¿De dónde saldrá la plata para aumentar las remuneraciones y pensiones de militares y policías? ¿Cómo se financiará la mejora en la seguridad ciudadana? ¿Quién pagará el costo del nuevo Ministerio de Apoyo a las Regiones?
Los únicos beneficiarios de la reducción impositiva serán los agentes, nacionales e internacionales, que ganan cada vez que el Estado peruano se endeuda.
Bajar el IGV es un cuasi-suicidio macroeconómico. PPK está a tiempo de evitarse un problema innecesario.
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