notitle
notitle

Redacción PERÚ21

redaccionp21@peru21.pe

Ha hecho muy bien el Congreso en aprobar la ley que permite el retiro del 95.5% de los ahorros previsionales en las AFP. La norma incrementará las pensiones e incentivará la aparición de nuevas alternativas de inversión para los jubilados. Las compañías de seguros pierden sus privilegios pero gana el bienestar social.

Lejos de destruir el sistema previsional, la norma lo fortalece. Las AFP se hacen más atractivas para los independientes y los afiliados a la ONP. La competencia por clientes aumentará la eficiencia y hará irrelevante el que la SBS pueda, por error, inflar las tablas de mortalidad.

Son también positivas las otras disposiciones de la ley como permitir que 25% del fondo previsional sirva como garantía hipotecaria, dar acceso a 50% del fondo en caso de enfermedad terminal y extender la vigencia de la jubilación anticipada para los desempleados mayores de 50.

Es audaz afirmar que las personas malgastarán su plata y se volverán una carga para el Estado. Los peruanos sabemos que confiar en el apoyo estatal es igual de probable que apostar que la selección ganará el Mundial. Tres de cada cuatro personas de más de 65 subsiste sobre la base de sus ahorros y esfuerzo pues no reciben pensión ni de la ONP ni de las AFP.

La ley es buena pero insuficiente. Nuestro sistema previsional es un fracaso. A pesar de la subasta de "afiliados", las comisiones son leoninas, las segundas más altas del continente. La rentabilidad de las AFP es varias veces la de los fondos que administran. El año pasado los afiliados ganaron entre 2.4% y 5.9% mientras que las AFP se llevaron 18.3%. Nuestra arquitectura previsional es tan ineficiente que un programa de alivio a la pobreza, Pensión 65, atiende a más peruanos que las AFP y ONP sumadas.

Hacer lobby para demorar el reglamento o cortejar políticos para que deroguen la norma es pérdida de eficiencia social. ¿De dónde sale la plata para pagar apocalípticos avisos a toda página en los diarios? Ojalá no sea de las comisiones que se cobra al afiliado. ¿Por qué no dejamos atrás el mercantilismo?

Si un "experto" opina sobre la ley, debe dejar en claro si tiene conflicto de interés. No tiene nada de malo que el bolsillo de alguien dependa de las AFP o las compañías de seguros, pero sí es obligación moral ser transparentes.

Los afiliados deben llevar la voz cantante en cualquier comisión de reforma de las pensiones porque es su plata de la que se va a discutir. El respeto a la propiedad privada es derecho universal. La libertad de elección no solo es justa sino base de la economía de mercado.