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Redacción PERÚ21

redaccionp21@peru21.pe

¿Cuáles son los principales riesgos para el Perú en el futuro próximo? La pregunta es más que importante: un adecuado diagnóstico nos daría luces sobre qué factores y en qué áreas debemos trabajar, así como dónde asignar la mayor parte de nuestros recursos, tiempo y talento humano.

Lamentablemente, no muchos han trabajado en responder esta pregunta. La mayoría de candidatos presidenciales, por ejemplo, nos brinda un popurrí de acciones y promesas que, sin embargo, no están ligadas a problemas fundamentales, sino –a lo mucho– a resolver problemas específicos. Los riesgos van más allá y están sobre todo guiados por cambios fundamentales a nivel global (tecnológicos, ambientales, políticos y sociales, etc.).

Partiendo de las principales tendencias, un riesgo importante en el futuro próximo –10 a 20 años– es cómo generar puestos de trabajo que le permita a ese inmenso bolsón de jóvenes, que hoy están en familias de clase media emergente, acceder a una calidad de vida mejor de la que hoy ostentan sus padres: mejor vivienda, salud y educación, acceso a mejor tecnología y a una sociedad más libre y plural. El riesgo fundamental es que, de no proveer esos espacios de trabajo con mejores salarios, la precariedad institucional y los ejemplos globales de movimientos pueden llevarnos a situaciones-límite muy fácil.

No somos, por supuesto, el único país que enfrenta ese riesgo. El toque de queda impuesto ayer en Túnez es un adelanto de eso, claro, a un nivel de demanda menor y bajo el actual paradigma industrial y tecnológico. Pero cada vez serán más los jóvenes que exijan otro tipo de bienes y servicios llamándolos "derechos", ante los cuales ningún gobierno responsable podrá prometer mucho (a lo más créditos blandos y uno que otro subsidio, pero sería fiscalmente imposible cubrir el listado total).

¿Cómo enfrentar ese riesgo específico? Sin duda implica un cambio importante en nuestro "contrato social": nuestros gobiernos han acostumbrado a muchos a creer que los fondos públicos sirven para garantizar casi cualquier tipo de demanda. Y hay las que, evidentemente, son correctas. Pero acá las demandas van a ir por encima de la costumbre actual. Algo para pensar en estas elecciones.