Juan José Garrido: Ideas sueltas

Uno. Este sábado se produjo el noveno atentado contra el Oleoducto Norperuano. La empresa, esta vez, emitió un enérgico comunicado en el que exige la captura y sanción de los responsables. Todo muy bien, pero siendo el noveno atentado, ¿no deberíamos ya tener, al menos, una explicación de lo que está ocurriendo? ¿Cuáles fueron los incentivos nefastos que nos han llevado a esta situación?

Dos. El asalto y la destrucción de la empresa minera Anabi en Cusco es otra demostración del desborde antiminero ante la inaplicabilidad de la ley. Lo de Chumbivilcas era público y conocido; por lo que imagino, el gobierno podrá identificar a los responsables de dichos ataques. La conflictividad social hace mucho aprovechó la debilidad del Estado peruano; hoy, no obstante, la situación puede empeorar ante un gobierno débil que, además, se plantea débil ante los buscadores de renta política y económica. Cuidado: la inversión privada y la confianza empresarial son parte esencial en el programa de este gobierno.

Tres. La famosa derogatoria del artículo 12, que algunos medios han levantado con un alarmismo impresionante, tiene más de trasfondo político que institucional. La autógrafa, que aún no ha sido publicada, busca facilitarles a los gobiernos regionales la reasignación de sus presupuestos; léase, pasar de una partida a otra sin pasar por el filtro del MEF. No es inconstitucional porque no genera un gasto adicional. Encima fue votada por todas las bancadas, salvo por la de PpK. La norma, además, solo sirve para lo que queda del 2016. Y hace muy poco el MEF solicitó una medida similar, la cual fue aprobada por el Legislativo (a fin de reasignar partidas presupuestales por cerca de S/5,000 millones). Mi hipótesis: es una jugada del fujimorismo para restarle protagonismo al Gobierno Central frente a los gobiernos regionales. Los gobiernos regionales, más que seguro, estarán de acuerdo con la medida, con lo cual el Ejecutivo poco podrá hacer para bloquearla (salvo, claro, apelar a la presión mediática o negociar a escondidas).