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¿Y si a su hijo lo asesinan y ni le devuelven sus huesos?

Hace 21 años que nueve alumnos y un profesor de la universidad La Cantuta fueron desaparecidos: habían sido asesinados premeditadamente.

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Fecha Actualización
Carmen González,Opina.21c.gonzalez@infonegocio.net.pe

Si nos ha causado alivio que se empiece a hacer justicia con el caso Utopía, ¿por qué no sentimos igual por las víctimas de Mesa Redonda o por estos muchachos de La Cantuta? ¿Es que el corazón está cuadriculado? ¿Y si uno de ellos fuera su hijo? Imagínelo por un momento.

La justicia condenó a los criminales, pero ¿por qué la Fiscalía está demorando 21 años en ordenar que se busquen los restos de los cinco jóvenes que aún no han sido ubicados? Ya bastante dolor es que un ser querido salga de la casa y regrese en una bolsa negra; también imaginarlo en medio de golpes, abusos y con el miedo horrendo que debe haber sentido al ver cómo mataban a sus compañeros antes de que lo atravesaran con una bala.

Cuando se daña a un ser, se está dañando al género humano y este abarca no solo a los vivos. La solidaridad también es con los muertos y estos son sagrados. El respeto a sus restos es universal y desde las etapas más primitivas del hombre.

Piénsalo y aunque sea comenta la crueldad que se está cometiendo. Y usted, señor Humala, que prometió darles una mano, ¿por qué no exige –como presidente y ciudadano– que se dé fin a esta inhumanidad?