Fernando Cáceres: ¿La campaña llega al puerto del Callao?

Nuestras ciudades no han sido planificadas. Basta salir a pasear con tu hijo en coche para darte cuenta. Algo parecido ocurre con las actividades económicas: no hay puntos de carga y descarga para mercadería, no hay estacionamientos para camiones, las vías no están diseñadas para que giren los medios de transporte más grandes, etc. Este es un diagnóstico que compartimos todos.

Sin embargo, prohibir el tránsito de camiones pesados desde y hacia el Puerto del Callao durante 17 horas los días laborables, y las 24 horas los demás días, es simplemente un despropósito. Esta es la propuesta hecha por el congresista Tomás Zamudio (Gana Perú), y que ahora está en la agenda de la Comisión de Transportes y Comunicaciones del Congreso.

¿Se han identificado los impactos negativos en los distintos grupos de interés involucrados, consumidores, comerciantes, transportistas, importadores, exportadores, y el fisco? ¿Se han ponderado sus pérdidas versus las ganancias en aliviar el tráfico para los vecinos que se verían beneficiados? Más todavía, ¿se ha evaluado si existen alternativas para conciliar mejor todos estos intereses? Tal parece que no, pues el análisis costo-beneficio del proyecto trae 5 líneas.

El Puerto del Callao concentra el 80% del comercio internacional peruano, y las vías fueron diseñadas sin planificación. Claro que hay un problema con las vías de acceso a los puertos, pero las soluciones no pasan por una prohibición de circulación equivalente a 300 días al año sin camiones.

Según un informe de Contribuyentes por Respeto, algunas medidas necesarias para aliviar este problema son desarrollar un "puerto seco" en las afueras de Lima (alrededor de 400 camiones menos al año en la ciudad), incentivar el cabotaje entre puertos regionales (alrededor de 150 camiones menos), y reducir de 7 u 8 días a menos de 2 el tiempo de liberación de la mercadería. Evaluemos el asunto en serio, sin politizarlo.