Gabinete ministerial (USI)
Gabinete ministerial (USI)

Tras la caída del gabinete Zavala en setiembre del año pasado (parece más tiempo, ¿no?), al gobierno le costó muchísimo esfuerzo encontrar reemplazos para los ministros renunciantes.

El ejemplo vívido: Idel Vexler fue el primero que aceptó hacerse cargo del Ministerio de Educación luego de que cinco o seis antes que él dijeron que no. Con los sectores de Justicia y de Salud fue por el estilo. Mendoza entró a Justicia para finiquitar el indulto (¿a alguien le cabe alguna duda de eso ahora?) y el ex marino D’Alessio, tras la manera en que se desarrolló el asunto Centrum, quería entrar al gabinete y, una vez dentro, acomodarse en una cartera más afín a sus conocimientos y vocación. Por eso hoy está en Defensa.

Ninguno de ellos fue la primera opción de PPK, que, como vemos, ya encontraba difícil llenar espacios importantes. Por eso, solo podemos imaginar cuánto deben haber tenido que ofrecer y ceder para mantener a algunos ministros en su sitio y sobre todo lograr nuevas incorporaciones. Si Juan Sheput, probablemente el miembro más político, hábil y atemperado de la bancada oficialista, dijo que no cuando le ofrecieron una cartera, podemos darnos una idea de cuánto quema esa papa.

El anuncio y presentación oficial del gabinete de la recon…ciliación está previsto para hoy. Parece que habrá algunas sorpresas poco agradables en sectores claves y propensos a ser usados populistamente (Midis, Salud, etc.), pero no se puede pedir más: el descrédito del Ejecutivo a nivel nacional e internacional es muy alto y, por eso, su estabilidad precaria, poco atractivo. Como dicen por ahí, es lo que hay.

El gabinete parece una caja de fusibles con los cables cruzados: nadie sabe cuándo se va a quemar ni qué fusible, pero de que más de uno se quema, se quema.