(Foto: AFP)
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-Ojalá que esa fuerte “tormenta” que el diario brasileño O’Globo pronostica para enero en Perú por las declaraciones de los funcionarios de Odebrecht alcance a TODOS los comprometidos (incluyo a poderosos magnates, cuyas presentaciones ante la Fiscalía no son muy cubiertas mediáticamente y no se filtran jamás, como si ocurre casi instantáneamente con otras. Casualidades…) y no solo a los enemigos políticos de la caviarada. Eso va a depender mucho de cómo se formulen las preguntas... ¿Y por qué no se va a inquirir sobre la IIRSA norte o el Gasoducto sur?

-Como aficionado a la historia, siempre me han gustado los paralelismos entre personajes. Así como alguna vez detallé las muchísimas y fascinantes coincidencias entre Leguía y Fujimori, también he hallado una serie de similitudes entre Keiko y la ex mandataria surcoreana Park Geun-hye. Ambas fueron hijas de un gobernante autoritario (aunque no se puede comparar al tremendo dictador que fue Park con el mandón Fujimori, que está nomás en la liga de Evo o Correa). Sus padres cambiaron de raíz a sus respectivos países (aunque Park muchísimo más. Convirtió a Corea del Sur, un país mucho más pobre que el Perú, en una potencia). Ambas entraron en política bajo el apellido paterno. Ambas tuvieron una eminencia gris femenina detrás, de influencia casi maternal (Ana Herz para Keiko. Choi Soon-sil para Park Geun-hye). Y tanto Keiko-Herz como Park-Choi fueron encarceladas: la acusación también fue financiamiento ilegal. La diferencia es que Park sí llegó a la presidencia (pero fue vacada y sigue presa). Sobre Keiko, me imagino que pronto será liberada, al igual que sucedió con los Humala, a pesar de los excesos de esa exótica “dupla de oro” (Concepción-Pérez) y de evidentes maniobras recientes con fotos para complicar o frustrar su salida.

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