PUBLICIDAD
[Opinión] Anthony Laub: Apple vs. el intervencionismo
Con sorpresa se anunció que el valor de Apple pasaba los US$3 trillones (3 billones para nosotros), monto que supera en conjunto al PBI de las tres economías más grandes de Latinoamérica: Brasil, Argentina y México. Es decir, una sola empresa vale más que tres enormes países que ocupan en extensión territorial el 5to., 8vo. y 13er. lugar respectivamente y cuya población excede los 380 millones.
Imagen
Fecha Actualización
Con sorpresa se anunció que el valor de Apple pasaba los US$3 trillones (3 billones para nosotros), monto que supera en conjunto al PBI de las tres economías más grandes de Latinoamérica: Brasil, Argentina y México. Es decir, una sola empresa vale más que tres enormes países que ocupan en extensión territorial el 5to., 8vo. y 13er. lugar respectivamente y cuya población excede los 380 millones.
La sede de Apple tiene una extensión de 0.26 km2 versus los más de 13'000,000 km2 de dichos países y emplea directamente a unos 147,000 trabajadores e indirectamente a más de 8 millones de personas en EE.UU., China y Europa.
Estos afiebrados números de una empresa con menos de 50 años de vida la ubicaría, si fuera un país, como la 5ta. economía mundial, superando a Inglaterra, Francia, Italia o Rusia y casi 15 veces más que el raquítico PBI del Perú con todas sus “grandes” e inexplotadas riquezas.
¿Cómo es posible que una empresa privada haya alcanzado este estrambótico nivel? La mejor respuesta la tienen los analistas, pero estoy convencido de que ello no habría sido posible si Apple se fundaba en un país como el Perú, México, Argentina o Brasil, donde los gobiernos hacen hasta lo imposible para que los emprendimientos fracasen, crezcan poco y, si crecen, penalizarlos.
EE.UU. premia el éxito y brinda una base que permite a empresas como Apple, Amazon, McDonald’s o Microsoft convertirse en titanes en pocos años. Esa base es simple: i) libre mercado, ii) estabilidad política y jurídica y iii) mercado laboral flexible (que tanto detestan los izquierdistas). En resumen: libertad para crear y hacer. ¿Entienden esto, políticos?
¡Viva la libertad!
ESTE VIDEO TE PUEDE INTERESAR
PUBLICIDAD
ULTIMAS NOTICIAS
Imagen
Imagen
Imagen
PUBLICIDAD