PUBLICIDAD
Desgracia velasquista
Imagen
Fecha Actualización
Un día como hoy, hace 50 años, Juan Velasco Alvarado derrocó mediante un golpe de Estado al presidente Fernando Belaunde Terry y sitió con tanques el Congreso y varios canales de televisión. Así, se inició el cuarto militarismo en el Perú, el cual se basó en un modelo de corte socialista que sumió al país en el subdesarrollo por décadas.
Algo que caracterizó al velascato fue la violación sistémica de los derechos de propiedad. En los primeros años, se estatizó la banca (Ej.: Banco Internacional), gran parte del sector minero (Ej.: Marcona Minning Company), algunas petroleras (Ej.: Ganzo Azul-Atlantic Richfield Co.) y –claramente– el sector agrario, en el cual se expropiaron 9.1 millones de hectáreas de tierra cultivable.
A dichos acontecimientos les precedió el desplome de la inversión privada local, que cayó del 13% del PBI al 8%; y la extranjera, que pasó del 23% del PBI al 9%. En paralelo, el tamaño del Estado aumentó fuertemente, ya que el sector público pasó de representar el 10% del PBI al 24% y la planilla estatal creció 83%. Un desastre que duraría hasta inicios de los 90.
Si bien ya pasaron décadas de este fatídico episodio, aún no aprendemos la lección, pues los peruanos tenemos una particular preferencia por pisotear el derecho a la propiedad.
Según el WEF, a nivel global, el Perú ocupa el puesto 109/137 –ahí nomás con Pakistán– con relación al respeto por los derechos de propiedad. A nivel regional tampoco anda muy bien: estamos en el puesto 6, superando apenas a Argentina, Ecuador y Venezuela.
Por ello, para evitar que algún justiciero social similar a Velasco se instale en Palacio en 2021, es importantísimo que los ciudadanos aprendamos a respetar y valorar la propiedad privada.
PUBLICIDAD
ULTIMAS NOTICIAS
Imagen
Imagen
Imagen
PUBLICIDAD