(Foto: Francisco Neyra)
(Foto: Francisco Neyra)

Entre las medidas dadas por el gobierno, por primera vez la movilidad urbana y la bicicleta hacen parte de un discurso al más alto nivel. El ministro de Transportes anunció una nueva estrategia de movilidad urbana para permitir cambios en los patrones de transporte de las personas y habló de un programa de bicicletas populares, para facilitar los desplazamientos y así liberar espacio en el transporte colectivo. Además, para el caso de Lima y con posibilidad de extender a las ciudades intermedias, se le encargó a la ATU y a Promovilidad (MML) la implementación de una red de ciclovías y carriles exclusivos para desarrollar ejes de desplazamiento que permitan conectar los hospitales, farmacias, centros de abastos y escuelas.

El Perú se suma a la adaptación urbana (a mi parecer estamos frente a una revolución urbana) que ya han anunciado en otros lugares del mundo como Bogotá, Paris y Milán. En estas ciudades no solo apuestan por dar más espacio a la bicicleta sino que ampliarán veredas y espacios peatonales para promover y facilitar los desplazamientos cotidianos guardando la distancia social, necesaria en un mundo pandémico.

En Lima son varios los distritos que ya están anunciando medidas concretas: Miraflores impulsará con más fuerza su programa de promoción ciclista y micro-movilidad a través de vías para la movilidad sostenible. Por su parte, San Borja ya ha hecho adaptaciones físicas en el espacio público. En concreto en la Av. Aviación donde, a través de urbanismo táctico, ha ampliado la vereda, instalado espacios de distancia en los paraderos y optimizado lugares para bicicletas y motos de los delivery (una actividad que se verá potenciada al levantarse la cuarenta). Desde la Municipalidad de Lima, Ciclolima también está dando pasos para ampliar, de la mano de los distritos, la red actual de ciclovías. De hecho, una primera etapa contempla 41 kms. de ciclovías temporales en ocho distritos incluyendo señalización horizontal y vertical, tope para llantas y parqueos. En el futuro, estas ciclovías deberán volverse permanentes.

Por supuesto, por más buenas intenciones que existan, es urgente seguir los criterios técnicos para la construcción de ciclovías para que estas no se vuelvan trampas mortales. A modo de ejemplo, tenemos el Manual de Criterios de Diseño de Infraestructura Ciclo-inclusiva aprobado por Resolución de Gerencia No. 311-2017-MML-GTU que fue elaborado gracias al financiamiento de la GIZ. Este manual pone en evidencia la necesidad de ajustar los instrumentos nacionales, en manos del MTC, y esta es una tarea a la que deben atender de inmediato. Otro tema que no hay que pasar por alto es la reactivación del sector económico para permitir la fabricación, venta y reparación de bicicletas y otros modos de bajas emisiones para que así las personas y las empresas podamos salir de esta pandemia sanos y pedaleando.

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