Como en el cuento de Pinocho

Si hay algo peor que mentir, es mentir con torpeza. Además de mentiroso, quedas como un inepto.
Chávarry

“Yo siempre digo la verdad, incluso cuando miento”. ¿Sabe quién dijo eso? ¿Habrá sido el fiscal de la nación (así con minúsculas) Pedro Chávarry? Si lo pensó, se equivocó. En realidad es de Tony Montana, el emblemático personaje central de la película Caracortada, magistralmente interpretado por Al Pacino.

Si se equivocó, es perfectamente entendible. Chávarry ha dicho muchas frases parecidas en los últimos días. Mintió. Luego lo reconoció. Pero luego dijo que no había mentido. Nos ha dicho que, incluso cuando miente, nos está diciendo la verdad.

La oscuridad de las respuestas de Chávarry queda, paradójicamente, muy clara... En los famosos audios revelados en las últimas semanas, aparece uno en que se habla de una reunión entre Chávarry con el infame César Hinostroza junto con unos periodistas. Preguntado sobre tal reunión, la respuesta del fiscal es muy clara: “No se dio la reunión con periodistas (…) Yo nunca participé en ninguna reunión con este señor, nunca. Si se hubiese dado, lo recordaría”. No dijo que de repente existió. No dijo que no se acuerda. Simplemente la negó.

Pero ante la evidencia, luego tuvo que admitir que la reunión existió: “Cuando salen (los audios), yo recordé y me preocupo: ¿por qué razón? ¿En qué cosas está este señor? Quise desvincularme de esa situación, pero en ningún momento lo hice con afán de mentir (…).” Es decir, sin afán de mentir, mintió... Se cumplió lo que dijo Sófocles: “Una mentira nunca vive hasta vieja”.

En el Colegio de Abogados le abren un proceso para inhabilitarlo como abogado por mentiroso. Es en ese contexto que hace unos días dijo: “Imagínese si por mentir me van a inhabilitar, pues, que me disculpen mis colegas abogados, pero todos los abogados tendríamos que dejar la incorporación al Colegio de Abogados”. Ahora, el Colegio de Abogados le abre otro proceso por insultar a sus miembros.

Los abogados se han escandalizado porque han leído un ataque a los miembros del Colegio. Pero esa es la razón incorrecta para escandalizarse. Finalmente esa es la opinión de Chávarry y es parte de su libertad de expresión. Lo cierto es que muchos abogados mienten. Lo relevante es que reconoció, sin admitir interpretación distinta, que es un mentiroso.

Pero luego, preguntado sobre si ha mentido, dice la mentira más grande de todas: “No, no, no he mentido, no he mentido, yo he tratado de llevar siempre una vida correcta, sana…”.

Que Chávarry es un mentiroso está ya fuera de dudas. Que por eso deba ser sancionado por el Colegio de Abogados es discutible. Pero lo que es muy claro es su ineptitud y su torpeza: una persona así no puede ser fiscal de la Nación si es que queremos escribirlo de nuevo con mayúsculas. Para suerte de Chávarry, a diferencia de Pinocho, no le crece la nariz.

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