[Opinión] Richard Arce: Un puñal a la SUNEDU

Una vez más, el Congreso arremete contra la contrarreforma universitaria, contra la Sunedu, reestructurando la conformación de su junta directiva, regresando a la modalidad de la vieja asamblea nacional de rectores; es decir, la supervisión de la calidad universitaria tendrá de juez y parte a los rectores.

Fueron 72 votos que aprobaron por insistencia el golpe contra la Sunedu, quitándole la facultad de licenciar carreras universitarias, que era la siguiente meta planteada para mejorar la calidad de la enseñanza y garantizar una educación de calidad.

La Sunedu, con el licenciamiento universitario, pedía cumplir estándares mínimos para validar el funcionamiento de las universidades porque habían pululado las universidades negocio y de garaje que ofrecían carreras universitarias como en el mercado persa.

Fíjense quiénes son los principales promotores de esta ley que atenta contra la calidad de la educación universitaria. Tenemos a congresistas con serios conflictos de interés, en vista de que son propietarios de varias universidades cuestionadas y/o que no pasaron el licenciamiento.

La mercantilización de la educación en su máxima expresión ha prevalecido por encima de los intereses del país en cuyo marco se buscaba garantizarles a los padres de familia que su inversión en la educación de sus hijos tendría el respaldo del Estado, garantizándoles estándares mínimos de calidad educativa.

Una traición más de este Gobierno puesto que los congresistas oficialistas –que ahora aparecen divididos en cuatro bancadas–han sido los principales propulsores de este despropósito.

Parlamentarios como Esdras Medina –que cree que un terremoto es consecuencia de un matrimonio gay– o Álex Paredes, que tiene estudios en una de estas universidades de dudosa reputación, han sido los principales promotores y se han aliado con lo más rancio de la derecha, confirmando la vigencia del fujicerronismo.