PUBLICIDAD
Confianza para hacer país
Imagen
Fecha Actualización
“El mensaje que queremos transmitir en esta edición de CADE Ejecutivos 2023 es que tenemos que volver a creer para volver a crecer”, es la frase y el lema con que Juan Fernando Correa ha resumido los propósitos de la conferencia que se desarrollará del 14 al 16 de noviembre en el Cusco.
Y es que la confianza, tan debilitada por estos tiempos y que se refleja en los indicadores, tanto empresariales como ciudadanos, de fiabilidad con las instituciones, es fundamental para salir de la inercia y el marasmo que nos sigue empujando hacia abajo, ahora con una proyección de crecimiento económico del país que no superaría el 1%.
“Debemos reestructurar la confianza para generar inversión privada, empleo y acelerar el crecimiento que nos permita un desarrollo real para generar bienestar a los peruanos”, señala Correa.
Pero cómo hacerlo si el clima de enfrentamiento entre los actores políticos, alentado por una gestión gubernamental mediocre y timorata, así como por un Congreso casi mafioso, emerge todo el tiempo como un iceberg contra el cual se estrellan todas las iniciativas para retomar las rutas correctas que nos saquen del atraso sempiterno.
Como señalaba hace poco el economista Carlos Parodi en uno de sus artículos en Perú21, “la política influye en la economía; y ahí, en la política, radica la nula credibilidad (...). El problema es que no confiamos en nadie ni en nada y, en ese contexto, es imposible que progresemos como sociedad”.
Y la confianza, conviene recordarlo, no es un maná que cae del cielo después de soltar promesas y ofrecimientos políticos. La confianza es un valor que se deben ganar a pulso las autoridades que se encuentran al frente del país, a través de realidades y decisiones sólidas, cuyo impacto en la ciudadanía les ayude, por ejemplo, a cambiar el oscuro horizonte que cierne sobre ella. Porque ese posible, magrísimo 1% de crecimiento no es definitivamente un logro y mucho menos se le puede atribuir a la influencia de terceros.
Hay, sin embargo, tiempo para mejorar el rumbo y espacios de reflexión como el de CADE representan una buena oportunidad para escucharnos entre gobernados y gobernantes. Porque es del diálogo entre los actores políticos y los sectores de la producción de donde saldrán las alternativas para sacar al país del atolladero y volver a la senda del crecimiento.
PUBLICIDAD
ULTIMAS NOTICIAS
Imagen
Imagen
Imagen
PUBLICIDAD